González Pérez dijo que la seguridad “es una tarea de todos, un trabajo compartido”

Era la primera vez que como delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez, presidía un acto en el Día de la Policía, en el día de su patrón, los Santos Ángeles Custodios.

Y su discurso fue distinto al de anteriores máximos responsables del Gobierno central en nuestra ciudad. No hubo análisis de la situación en materia de seguridad, sino unas palabras generalizadas sobre el concepto de seguridad y las obligaciones que tienen los Estados modernos.
Insistió en que la obligación de los Gobiernos es garantizar la máxima seguridad posible a sus ciudadanos, "frente a los riesgos y amenazas, tratando de minimizar los daños que puedan sufrir y evitando en la medida de lo posible que sucedan situaciones violentas. Dicho de otra manera, que los españoles nos sintamos seguros y confiados".
De manera muy clara reflejó que en ese reto sobre el mantenimiento de la seguridad no se puede bajar la guardia, "ni en la lucha contra la delincuencia organizada, ni en el terrorismo, ni contra la corrupción, ni el tráfico de seres humanos, ni la violencia de género, ni contra las redes criminales del narcotráfico y otras figuras delictivas emergentes nos exigen una respuesta legal, integral, constante y especializada".
Dentro de sus palabras quiso analizar que los ciudadanos tienen el derecho a saber que existen amenazas y riesgos y los Estados la obligación de protegerles, "pero en ningún caso ni los gobiernos ni las demás instituciones deben generar alarmas injustificadas". Por esa razón alegó que no era bueno que la sociedad viva en una "angustia injustificada o que se instale un miedo obsesivo, porque precisamente esa desconfianza y ese miedo son tóxicos para la convivencia e inexorablemente acaban propiciando conductas violentas".
Centró que la acción del Estado debe ser integral y atender a todos los ámbitos, "puesto que las políticas públicas de seguridad deben integrar todas las cuestiones que preocupan a los ciudadanos del siglo XXI y que pueden estar relacionadas con distintos ámbitos que abarcan desde el medio ambiente hasta el urbanismo, por poner algunos ejemplos". Siguiendo con este mismo hilo argumental, también se refirió a que los ciudadanos ahora demandan una mayor seguridad, debido a que las formas delictivas son cada vez más sofisticadas, "para responder a esas amenazas no podemos trabajar solos. Los riesgos y retos son comunes y por tanto las respuestas también deben serlo".
Destacó que se disponía de una Policía cada vez más cualificada y eficaz y "esa seguridad es la que nos permite que ejercitemos libre y pacíficamente los derechos y libertades consagrados en nuestra Constitución. Por éso es tan importante el trabajo que realizan los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y en este caso concreto, el Cuerpo Nacional de Policía, porque sin seguridad no hay libertad, ni derechos sociales. Sin seguridad no hay desarrollo ni progreso social. Sin seguridad tampoco hay justicia".
Con todos los restos a los que se había referido durante su discurso, indicó que para afrontarlos se debe asegurar la mejor coordinación entre los cuerpos de seguridad: Policía Nacional, Guardia Civil, policías autonómicas donde las haya y las locales y en algunos casos, la seguridad privada, “porque se trata, en definitiva, de mejorar la colaboración institucional entre las distintas administraciones, asumiendo que la seguridad, con independencia de las atribuciones competenciales de cada cuerpo, es una tarea de todos, un trabajo compartido”.
Dijo que se sentía orgulloso de la Policía, “unos hombres y mujeres cuya entrega y profesionalidad hacen que podamos vivir con tranquilidad, condición indispensable para nuestro desarrollo personal”.
Por último, reflejó que no quería finalizar su intervención sin felicitar a todas las personas e instituciones que habían sido galardonadas con motivo de esa fecha.
También tuvo el propio delegado del Gobierno un emocionado recuerdo para los “que ya no están entre nosotros y para aquellos que entregaron su vida defendiendo nuestras libertades en acto de servicio y cuyo sacrifico nunca olvidaremos”.

Por primera vez  hubo honores a los fallecidos

Una de las novedades introducidas en este acto del Día de la Policía que tuvo lugar en las Murallas Reales fue precisamente el homenaje a los caídos, de manera muy parecidas a como los hacen los miembros de las Fuerzas Armadas o la propia Guardia Civil. Mientras sonaba la marcha, dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía, un hombre y una mujer, llevaron hasta un pequeño monolito situado en la zona una corona de laurel. Hasta allí se desplazaron luego el delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez y el jefe superior de Ceuta, Pedro Luis Mélida, dado que fueron ellos quienes depositaron la corona. Una novedad que, desde luego, irá creciendo a buen seguro con el paso de los años y ese paso que se ha dado por hacer al aire libre el acto central de homenaje al patrón del Cuerpo Nacional de Policía.

La Policía salió a la calle para celebrar su Patrón

El Cuerpo Nacional de Policía salió al aire libre. Después de muchos años celebrando el Día del Patrón en distintos salones de los establecimientos hoteleros de nuestra ciudad, la llegada del nuevo jefe superior, Pedro Luis Mélida, ha traído el cambio. En el incomparable marco del conjunto monumental de las Muralles Reales se dispuso la organización del acto. Desde luego, un aplauso para el jefe superior, porque ya se nota el cambio.
El acto en sí resultó brillante, con la inclusión de ese recuerdo a los caídos, que por supuesto nunca se había realizado en el caso del Cuerpo Nacional de Policía, aunque únicamente dos peros. Por un lado, el fuerte calor a esa hora, que quizás para la próxima se debería prever algún tipo de material cedido por la Comandancia General. Y en segundo lugar, algo de atención para que los medios de comunicación pudieran realizar su trabajo.
Una recomendación para la próxima vez: bien se podría haber solicitado a la Comandancia General la utilización de la Banda de Música de la misma, dado que se interpretaron varias marchas, además del propio himno nacional, con lo que la solemnidad hubiera sido aún mayor.
Algunos cambios en relación a la Presidencia del año pasado. Delegado nuevo, jefe superior nuevo y no se encontraba el presidente Vivas, quien participaba en Madrid en la Conferencia de Presidentes. Como máxima responsable accidental, la consejera de Asuntos Sociales, Rabea Mohamed.
Algún policía veterano contaba al final que en Granada, Mélida realizó una verdadera campaña de relaciones públicas para el Cuerpo Nacional de Policía y que al final el día del Patrón se convertía en un verdadero acontecimiento social en la capital de la Alhambra. Se le nota que quiere sacar a la Policía a la calle, pero en la verdadera extensión de la palabra, no solamente en cuanto a que se vea gente uniformada, sino también que las ventanas estén abiertas y los ciudadanos sepan que hacen sus agentes.