El
Gobierno de Ceuta ha calificado de “comportamiento bochornoso” el que tuvieron los ciudadanos que acudieron al helipuerto para insultar e incluso patear el coche oficial en el que viajaba el presidente Pedro Sánchez, en el marco de una visita que supuso el reflejo del “compromiso del Gobierno de España en la defensa de la seguridad de las fronteras y la integridad territorial de Ceuta”, han denunciado la vicepresidenta del Gobierno, Mabel Deu y el portavoz del Ejecutivo, Alberto Gaitán, en una comparecencia oficial ofrecida este viernes. En ese comportamiento bochornoso, “con actos lamentables y reprobables”, el PSOE ha incluido esta misma semana al gerente de Obimace, Gregorio García Castañeda,
de quien pidió su cese por increpar a Sánchez. Este asunto no ha sido tratado en el
Consejo de Gobierno porque, ha indicado Gaitán, será objeto de un consejo de administración de la propia sociedad municipal. La visita de Sánchez vino a “garantizar que Ceuta es España”, algo que fue valorado por el propio Juan Vivas quien agradeció por escrito el compromiso mostrado hacia nuestra ciudad, víctima de algo que fue “una invasión organizada, un desafío a las fronteras para poner en jaque la soberanía nacional y nuestro territorio”, ha indicado Deu. El Gobierno local ha querido agradecer la reacción del Gobierno de la Nación con la visita del presidente y el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, además de con la implicación de distintos ministerios puestos a disposición de Ceuta. También las distintas comunidades autónomas, a través de sus mandatarios, han llamando directamente al presidente Vivas para reiterar el ánimo y apoyo, poniendo a disposición de la Ciudad los recursos, ayuda humanitaria y cualquier otra necesidad.
Agradecimientos a las fuerzas de seguridad y al Ejército
Entre 8.000 y 10.000 personas entraron en Ceuta, sin que todavía se haya podido dar un número concreto. De entre ellos muchos menores de edad y familias al completo. Desde la Ciudad se ha querido agradecer la implicación de las fuerzas de seguridad y, en concreto, del Ejército en su labor “incansable y agotadora” para reforzar las líneas fronterizas. Destacado ha sido también el compromiso durante las 24 horas del día de todos los dispositivos, en especial el servicio de menores para poder trabajar en la seguridad y protección de esos niños niños, así como a los ceutíes que han respondido a la altura a pesar de producirse un momento delicado justo en la entrada a la nueva normalidad. Desde el Ejecutivo se ha valorado la labor de apoyo de oenegés y ciudadanos de manera anónima para repartir comida, mascarillas o ropa a la población en un “comportamiento ejemplar”.