El Gobierno de Ceuta tiene muy claro que no dejará que el establecimiento hotelero propiedad de la Ciudad Autónoma pueda caer ante la crisis del sector con motivo de
la pandemia del coronavirus.
Fuentes del Ejecutivo confirman a esta redacción que el hotel es verdad que, a lo largo de los años, tuvo la necesidad de la inyección económica por parte de las arcas municipales, pero también defienden que Ceuta no es una ciudad donde sobren, por supuesto, los hoteles para la recepción no solamente de turistas, sino también de ciudadanos que vienen durante algunos días por distintos motivos a Ceuta.
No olvidemos que nada más que contamos con tres hoteles de cuatro estrellas. Por un lado, el Parador con una antigüedad considerable y que necesita de reformas urgentes desde hace más de un lustro y que el ente público no termina de acometer. Luego, nos encontramos con el Ulises que también sufrió una reforma importante hace unos quince años y que es un hotel de los considerados de ciudad. La aparición en su día del
Hotel ‘Puerta de África’ supuso una revolución importante en el mundo hotelero de nuestra ciudad. A pesar de que su paso por la cadena Meliá no fue del todo un éxito, no cabe duda que su mantenimiento es absolutamente necesario.
Estas mismas fuentes del Gobierno destacan que es verdad que desde el pasado mes de mayo se ha debido aprobar una inversión de un millón setecientos mil euros para sufragar los distintos gastos que se fueron acumulando, entre ellos los sueldos de los trabajadores, pero es que resulta lógico porque la restricción de la movilidad es una causa anexa a la pandemia del coronavirus.
No olvidemos que los establecimientos hoteleros de nuestro país se encuentran en un estado económico verdaderamente lamentable, pero en el Gobierno de Vivas tienen muy claro que, a pesar de las dificultades, Ceuta no se puede permitir el lujo de dejar caer este hotel propiedad de la Ciudad Autónoma.
Confían que con el incremento de la vacunación se vaya volviendo a la normalidad, especialmente a partir del verano, en la movilidad de los ciudadanos y que esa recuperación se denote también en los ingresos.