Hay dos grupos operativos, entre los planes de la cúpula policial está aumentar los agentes de cada uno de ellos o crear un tercero l La reestructuración del Cuerpo está siendo todavía definida por sus mandos
Los planes que maneja la Consejería de Gobernación para la mejora de la seguridad pasan por el refuerzo de los actuales grupos de la UIR con la incorporación de más agentes o por la creación de un tercer grupo añadido a los dos que ahora operan. Este es ahora mismo el objetivo en el que se están centrando los integrantes de la cúpula político-policial del área, buscando de esta manera la mejora de los servicios de seguridad que presta la Policía Local como Cuerpo municipal.
El pasado viernes, al término del Consejo de Gobierno, el portavoz del Ejecutivo, Jacob Hachuel, anunciaba la inclusión de una partida de 766.000 euros para conseguir ese objetivo, bien pagando horas extra o, en la parte que legalmente se pueda, contratando vigilancia privada para controlar edificios que ahora están bajo control de la Policía, como sucede por ejemplo con el Ayuntamiento.
Hachuel evitó ir más allá, puntualizar las áreas policiales de refuerzo o la reestructuración concreta que quiere llevar a cabo, aludiendo a que es algo en lo que todavía se trabaja. No obstante, según ha podido saber este periódico, la decisión que ahora mismo constituye la clave de todos estos planes pasa por convertir la Unidad de Intervención Rápida en la joya que hay que cuidar y para ello se van a centrar todos los esfuerzos. Actualmente cada grupo de la UIR tiene 12 agentes y un mando. La idea pasa por crear un tercer grupo dentro de esa reestructuración policial o aumentar el número de componentes de cada unidad actual.
Sobre la mesa, la cúpula policial tiene un tablero de funciones, de áreas que mover, reforzando las que tienen que ver directamente con la seguridad y la intervención policial. En ese planteamiento entran los planes a los que ya aludió este medio en anteriores artículos: los que pasan por mover agentes de puntos en los que no sean tan necesarios para que estos refuerzos puedan llevarse a cabo.
La custodia de determinados edificios que está ahora en manos de policías locales variará con la incorporación de vigilancia privada, aunque, con la ley en la mano, habrá puntos en los que deberá combinarse la presencia de policías con vigilantes. Con estas salidas de destinos se irá reestructurando el Cuerpo a medida y a la idea que tiene la cúpula policial todavía en formación, dirigida desde el pasado enero por el superintendente Sebastián Vega.
La partida de 766.000 euros aprobada en el Consejo de Gobierno del pasado viernes servirá para pagar las horas extra necesarias para cubrir los puestos de refuerzo, como los anunciados en zonas de mayor concentración de menores. Buena parte de ese montante sale del área de Medio Ambiente y, en concreto, del dinero que estaba reservado para el segundo concurso de limpieza previsto para julio y que aún no se ha creado. Esto ha permitido el sacrificio de una cantidad de dinero y su incorporación al área de Gobernación.
Mientras el aumento de plazas en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no se produce, es la Policía Local la que irá teniendo mayor presencia en asuntos relacionados con la seguridad ciudadana por orden directa de la Presidencia, a pesar de las críticas nacidas de algunos sindicatos por la no competencia en zonas de acción como las contempladas en el Tarajal, en donde hasta hace unas semanas debía estar la propia UIR ordenando filas y conteniendo avalanchas. Esta situación provocó el malestar entre algunos sindicatos del sector.
Áreas con mayor presencia policial La Policía ya ha recibido la encomienda de controlar más determinadas áreas en las que se considera que hay mayor concentración de personas y con un nivel mayor de crispación o enfrentamientos. Las zonas afectan tanto al centro como al extrarradio.
UGT reclama el personal necesario para Menores y Policía ante la “alarma social” UGT ha reclamado al Gobierno y a la responsable de Personal que dote de personal necesario a áreas que ahora son excesivamente sensibles como Policía Local y Menores, por el impacto de las noticias que sobre inseguridad se están difundiendo. “Sin ánimo de crear más alarma social, lo que no podemos permitir es que se ponga en tela de juicio la profesionalidad de dos colectivos que entendemos como maltratados por parte del Gobierno. Es justo reconocer la labor de estos trabajadores que a pesar de las carencias en cuanto a personal y medios materiales que sufren diariamente, llevan a cabo sus servicios de la mejor forma posible”, expone el sindicato en un comunicado.
En Menores, recuerdan que el 90% del personal está en situación de interinidad a pesar de llevar más de 10 años trabajando, “con la incertidumbre de la tan esperada consolidación de sus respectivos puestos de trabajo. Es de alabar la profesionalidad con la que desarrollan su trabajo”, exlica. En el centro de ‘La Esperanza’ son 5 trabajadores del personal educativo, entre educadores y monitores educativos los que tienen que capear el temporal con unos 190 menores, una situación que es permitida por el propio Gobierno.
“Otro tema a destacar, que demuestra la precariedad que sufren estos centros, es que sobreviven gracias al personal de las bolsas de trabajo. De no ser así, sería imposible tener abiertos estos centros. Es inconcebible que un servicio tan complicado como es el Área de Menores sobreviva gracias a las bolsas. Está claro que una persona que va a trabajar durante 6 ó 9 meses no puede tener la misma implicación que aquellos que forman parte de la plantilla fija del mismo, además del periodo de formación y aprendizaje que requiere cada nueva incorporación”, lamenta el sindicato.
En cuanto a la Policía Local, recuerda que la plantilla arrastra una merma de 30 efectivos, mientras que los servicios que deben cubrir son cada vez más (‘Tarajal II’, playas...), “con la merma que esto supone para los dos unidades principales como son Tráfico y Seguridad Ciudadana. Siendo esta ultima la encargada de velar por nuestra seguridad durante las noches, fines de semanas y festivos, encontrándonos con un número mínimo de unidades para satisfacer la demanda ciudadana, teniendo que ser reforzado por servicios extraordinarios”.
“Queremos mostrar nuestro desacuerdo con las políticas de personal que desde el Gobierno de la ciudad se están llevando a cabo durante estos últimos años. Meter la tijera en materia de personal, hace que la ciudadanía reciba un servicio de peor calidad y en algunos casos incompleto. Un ejemplo claro es la gran alarma social creada por la falta de seguridad, que no es más que una señal clara del tipo de servicio que los ciudadanos están reclamando. Hasta ahora no hemos visto ni una sola manifestación ciudadana por el mal estado de las losas de la Plaza de África o de la Gran Vía, siendo este un objetivo prioritario para el Gobierno de nuestra ciudad”.