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Ginecología aspira a tener una unidad “pionera a nivel mundial”

Dejar de normalizar las incontinencias, molestias o cambios en la intimidad de las mujeres tras la llegada del parto. Es uno de los objetivos marcados por el equipo del área de Ginecología del Hospital Universitario de Ceuta.

Las nuevas tecnologías serán de ayuda en este proceso, que está encaminado a convertir la unidad “en pionera a nivel mundial” a través de las nuevas maquinarias y de la colaboración de matronas, fisioterapeutas y urólogos. Otro de los grandes retos para este 2025 es la puesta en funcionamiento del robot Da Vinci en esa ala, para el cual están en proceso de formación los sanitarios de la misma y la implementación de un protocolo que permita tratar de forma precoz el suelo pélvico en el posparto. A esa propuesta se añade la aspiración de incorporar nuevos conocimientos orientados en esta dirección, pero en el contexto de la perimenopausia.

A todo este compendio se une un ingrediente más que no es de menor calado, según José Sánchez Jordán, que forma parte de esta planta del centro hospitalario. Se trata de la necesidad de visibilizar las opciones que existen para esas ceutíes que sufren las consecuencias de convivir con problemas en esta zona corporal. “Es necesario darle luz y visibilidad a este asunto y, sobre todo, transmitirle a la población que disponemos de instrumental y especialistas preocupados al más alto nivel para que no dejen de decirle a los doctores que ‘ya no están como antes’ tras alumbrar”, detalla.

El facultativo anima a formular todas las dudas necesarias en consulta y destaca que, tras muchos años, al fin estas cuestiones comienzan a plantearse cada vez más en los centros sanitarios. “Tienen que asesorarse sobre esos cambios o esos dolores. Por desgracia, antes, no se hablaba de sexo en el médico ni de ciertas dificultades. Se iba directamente al grano”, expone.

Fusión de profesionales

La razón por la que sería novedosa la unidad de Ceuta es por el propio vínculo a la hora de trabajar entre dos profesionales tan distintos como lo son el ginecólogo y el urólogo, así como el empeño en dar más visibilidad a las afecciones derivadas tras dar a luz y poner a prueba este mecanismo de la anatomía femenina.

“Aunque existen estos grupos multidisciplinares en España, son pocas y, normalmente, la relación que hay entre ellos es difícil porque cada uno tiene una visión distinta. Si en este caso se logra sumar a ambos, que se está en ello, eso sería un dato muy relevante”, especifica José Sánchez Jordán, que forma parte de esta planta del centro hospitalario. Podría ser visto, en inicio, como una combinación en la que hay de por medio un gran abismo. No lo esconde, pero cree que, esta distinción, es un puente a un camino constructivo. “De hecho, hay una gran distancia. Conozco el aparato genital femenino perfectamente, pero nada del masculino. Hay patologías que son muy específicas del sistema urinario y ahí precisaré de la opinión de un urólogo”, menciona. Otro de los motivos es, a su juicio, que cada vez más el área se convierte en un escaparate para dar a conocer y dialogar sobre estas afecciones que antes eran tapadas bajo la excusa de la edad o del tabú. “Hace quince años ni se conocía ni se sabía que era. Se ha dado un salto cualitativo en el presente”, añade.

La intención final detrás de estas piezas, es configurar un puzle que permita atender a las pacientes de forma preventiva y así tratar de echar el freno de mano a un futuro lleno de complicaciones y de déficit de bienestar. Un ejemplo de ello sería prestar servicio lo antes posible a las madres que han dado a luz para tener un mejor control de la zona.

La educación es esencial para ello y, en efecto, se trata de impulsar el aprendizaje del personal a través de cursos. “Ese concepto se hacen en jornadas y otras formaciones. La Ciudad está implicada en ofrecer a profesionales del más alto nivel de la Península venir a Ceuta. Se ha hecho ya en varias ocasiones en 2024 y esperamos que este año sea igual”, asevera.

Implementar un enfoque distinto a la hora de tratar a las pacientes

El objetivo es cambiar la forma de trabajar en las consultas para añadir también el suelo pélvico como un componente imprescindible a tener en cuenta. Es principal para lograr un enfoque diferente respecto al aplicado hasta la actualidad.

“Esto va cambiando afortunadamente. Lógicamente se requiere de enseñanza y, sobre todo, un nivel de exigencia por parte de los pacientes hacia nosotros; que nos pidan abordar su dolor y explicarles el porqué del mismo. Por nuestra parte tratamos de modificar el enfoque. Ver la causa y a partir de ahí tomar una decisión”, expresa.

Otro hecho que ilustra esta transformación en el ejercicio de la medicina fueron las lecciones sobre una técnica de sutura tras el parto que aprendieron en 2018. Gracias a ello se da solución a las lesiones en el momento de alumbrar y se revisan los casos más complicados o con alguna particularidad.

La pretensión es trasladar este seguimiento a todas las mujeres en general e incluso fomentar una campaña sanitaria para que acudan a los dos meses de haber alumbrado.

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