Por fin tengo un nombre o al menos uno cargado de significado y que hace que sea importante para alguien. Me llamo Dulce y vivo en Ceuta, dicen que me lo han puesto por mi carácter. Y es que, ¿cómo no voy a colmar de cariño a quien
se preocupa por mí y mis bebés?
¿Sabéis? Nunca he sido importante para nadie, nunca nadie se ha preocupado por mí o al menos no lo suficiente como para abandonarme a mi suerte cuando más lo necesitaba.
Recuerdo ese día angustioso como si fuese ayer. Estaba aterrada, no sabía qué hacer, ni dónde ir. No solo temía por mi vida, sino además por la supervivencia de mis pequeños que estaban a punto de llegar.
Vivía en un barrio dónde no somos bienvenidos, de hecho hace unos días envenenaron a un compañero, Tom, que ya ha conseguido un hogar para siempre en Madrid. Me cobijé en un lugar que parecía un hogar pensé que era seguro y allí nacieron mis cinco pequeños. Pero resultó ser el trastero de una humana a la que le estorbábamos, yo intentaba ser amable, pero ni aún así. No nos dejó quedarnos allí y nos echaron a la calle.
No se cómo pero nuestro caso llegó a oídos de una chica que nos rescató, Lorena. Ahora estamos en un lugar seguro,
buscado y atendido por Chats Noirs, no nos falta comida y cariño, pero es temporal, y me preocupa volver a ese infierno y sobre todo no quiero que mis pequeños acaben en la calle, porque sé lo que eso supondría.
Ellos son: Cookie, Vainilla, Muffin, Brownie y Canela. Tienen unas 5 o 6 semanas. Son inocentes, cariñosos, juguetones, pizpiretos. Necesito darles una mejor vida de la que yo he llevado...una vida segura y rodeada de cariño. Me dicen las chicas que se entregarán a partir de los 2 meses y medio y por supuesto con contrato de adopción.
Yo, tengo unos 2 años. En cuanto se pueda, me esterilizarán, así no tendré que volver a pasar más por este sufrimiento. Me pondrán chip y vacunas. Espero tener suerte y no volver a la calle. Prometo ser la mejor gatita del mundo.
Canela presenta a sus hermanos
Bueno, dejémonos de formalismos y de penas. Mi madre, Dulce, ya os contó nuestra historia pero ahora yo, Canela, vengo a daros la información realmente importante. Os presento a mis hermanos: y voy a empezar por Muffin, el “carapena”que está al lado mía. Con esa cara es capaz de venderte un boli sin tinta, pero que no te engañe, que luego es un enterao de potaje que te roba tu ración de latita.
Brownie, ‘La enana’, hija de su madre, tó lo que tiene de enana lo tiene de lista. No le puedes dar la espalda, a la mínima que te das la vuelta te hace un placaje y ya te ha liado para que juegues con ella.
Vainilla, ‘el señorito’ se tira todo el día haciéndose el chulito y acicalándose. No se si pensará que en algún momento va a venir otra gatita rubia y guaperas como él, pero aquí siempre estamos los mismos.
Cookie, ‘el lacio’ mae mía, que tío más flojo, siempre está cansado. Mira que lo pico veces para jugar, con suerte de cada 5 veces 2 consigo liarlo. Es el bebé mas tranquilo que he conocido nunca. Afortunadamente, ya hay una familia interesada en él.
Bueno y yo, Canela, me dicen ‘la enterá’ o ‘la jefa’. Yo no sé porque lo dicen la verdá. Lo único que hago es mantener el orden, guiarlos, enseñarlos...
Mi mami y mis hermanos estamos todos en Ceuta, pero podemos viajar a la península. Si estás interesado en conocernos, envía un mensaje a mis cuidadoras a su
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