Este miércoles las noticias que llegaban desde el
Hospital Universitario de Ceuta no podían ser mejores. Disminuyó el número de ingresados por
coronavirus y entre las personas que recibieron el alta se encontraba un agente de la
Policía Local ingresado en planta desde hace 12 días. Su nombre Javier García, de 46 años, y perteneciente a la Unidad de Intervención Rápida (UIR) que, en declaraciones a El Faro de Ceuta, ha mostrado su felicidad por haber ganado la batalla al virus, aunque reconoce que estuvo bastante grave. Gracias a los sanitarios y a que es una persona “fuerte” ha podido salir adelante.
Su historia con el covid comienza el miércoles 10 de febrero. Al retirarse de un servicio y llegar a su domicilio empezó a encontrarse mal, con síntomas de resfriado ya que tenía “malestar general”. Cuando se levantó al día siguiente, ya los síntomas eran cada vez peores y fue cuando decidió hacerse una PCR: “Desafortunadamente di positivo”, explica. “Rápidamente me aislé en mi domicilio, respetando todas las medidas COVID para que, de esta manera, pudiera proteger a mi familia”.
“Este virus no entiende de edades, no tiene miramiento alguno siempre buscando una presa”
Pero el estado de salud del agente cada vez era peor: “Me asfixiaba, tenía dolor de cabeza intenso, diarrea, vómitos… un tanque había pasado por encima mía”. Decidió llamar a una ambulancia que inmediatamente lo trasladó hasta el Hospital Universitario. “Al marcharme de mi casa, cuando me iba a recoger la ambulancia, no podía con mi cuerpo”. Nada más ser ingresado los sanitarios comenzaron a hacerle pruebas, llevando a cabo un examen completo. Las peores noticias se la daban los doctores: “Neumonía bilateral en los pulmones ocasionada por el COVID”.
Decidieron ingresarlo en Observación y allí “perdí la noción del tiempo. La saturación del aire y la reacción de mi cuerpo era débil”. Rápidamente se activaron todas las alarmas y Javier García comenzaba la “batalla”, siendo ingresado en planta en la zona COVID. “Todo el equipo de médicos empieza a trabajar. Me ponen un tratamiento vía gotero, medicación especial, antibióticos… etc. Pero sobre todo esa bendita máquina de aire fue la que verdaderamente empezó a hacer sus efectos”. García recalca que es una persona “fuerte, constante y con mucha actitud”, algo que le sirvió para salir adelante.
Asimismo, cuando García se encontraba ingresada en el clínico de Loma Colmenar, su mujer e hijo dieron positivo. “Cogieron el coronavirus, pero lo superaron en casa como dos campeones”.
Además, cuando hablaba con su familia su hijo le pedía algo que jamás olvidará. “Papá tienes que volver a casa eh, tienes que regresar”, a lo que siempre le contestaba “no lo dudes, hijo”. Algo que le sirvió para coger aún más fuerza y ganar la batalla. Fueron 12 días de auténtica “lucha”, pero el virus “no pudo conmigo”.
Ahora, este agente de la UIR se encuentra recuperándose en casa con su familia y se muestra muy agradecido a todos los que le han mandado mensajes de apoyo y a los que han hecho factible que se recupere de este maldito virus. “Quiero agradecer a todo el cuerpo de técnicos, de médicos, sanitarios, servicio de limpieza… Sin ellos no me habría curado, son guerreros natos. Lo están pasando muy mal, viendo morir a mucha gente y lo más importante salvando vidas”, añade. Agrade a sus compañeros de la Policía Local, “mis compañeros, a toda la plantilla por todo el apoyo y calor incondicional que he recibido. Mucha fuerza a todos para seguir batallando en primera línea de batalla”. En todos estos mensajes no se ha querido olvidar de “su familia y seres queridos por estar siempre a su lado. En especial quiero acordarme de todas las familias que han perdido a un ser querido por este maldito virus”.
Por último, García ha querido mandar un mensaje a la ciudadanía de precaución y alertando de lo peligroso de este virus. “Este bicho es una rata, es un serpiente. No tiene miramientos. Está en la calle buscando alguna presa sin contemplación alguna, ya sea niños, jóvenes, adultos… va a por ti, para llevarte por delante. Respeto, responsabilidad y compromiso. Que entre todos podemos, pero tenemos que ser constantes y respetar la normativa vigente de la COVID-19, las restricciones y dejar las reuniones clandestinas”, finaliza.