Gala a ritmo de fotograma

• Premios nacionales de fotografía. El Revellín fue ayer escenario del evento fotográfico más importante del año en el que se desató la música, el baile, los homenajes y los galardones, alzándose como ‘Mejor fotógrafo’ del año José Beut

Enfundados en traje de domingo, como marca el protocolo comenzaban a llegar en torno a las 19.00 horas al Auditorio los asistentes al evento fotográfico del año. Participantes del congreso, ciudadanos, autoridades y aficionados a la pequeña cámara no quisieron perderse el plato fuerte del Congreso Nacional de Fotografía que ponía la guinda a cuatro intensas jornadas.

La Gala Nacional de la Fotografía fluyó a ritmo de fotograma dentro de un denso programa que se extendió a lo largo de tres horas y que desplegó en el Revellín arte con mayúsculas. Fue una tarde de emociones, sorpresas, música, danza y, cómo no, fotografía, que contó con Ceuta como telón de fondo. Y es que, el ejercer como anfitriona de un evento de tal envergadura, ha sido una oportunidad para que la ciudad se proyectase más allá de sus fronteras. Nadie mejor que más de cien personas que no se despegan de sus cámaras para mostrar todo su esplendor pero, además, Ceuta ayer abrió sus entrañas y dejó penetrar a los presentes a través de la música y la danza.

Ello fue posible gracias a las actuaciones del ballet de Rosa Founaud que llevó hasta el escenario el espectáculo ‘Ceuta, ciudad abierta al mundo’. Una función que se diversificó en varios actos a lo largo de la gala y cuyo argumento se basó en el origen y evolución de la ciudad autónoma hasta convertirse en lo que es hoy en día. Founaud desplegó un asombroso espectáculo de danza moderna que llenó el Revellín de toda la esencia caballa.

Uno de los momentos más emotivos de la gala llegó con el reconocimiento y homenaje al que ha sido hasta ahora uno de los mayores exponentes de la fotografía en Ceuta y que, como recordaron, “por desgracia no ha podido estar físicamente”. Hablar de Pepe Gutiérrez es hacerlo de fotografía y el retratista estuvo presente a través de sus imágenes, de las que hizo y las que le hicieron y, por supuesto, de su familia que disfrutó al completo de la gala. Su hija Rocío recogió el homenaje en nombre de todo el clan familiar. “Intentaré hacer un breve resumen sin emocionarme”, comenzaba, pero ello fue casi imposibles, aunque sus lágrimas afloraron no llegaron a caer hasta que consiguió finalizar su intervención. Breve, cargada del mayor amor que puede profesar una hija, Rocío recordó, por supuesto, la gran devoción que profesó su padre a la pequeña cámara hasta el último minuto de su vida, un amor que contagió al resto de la familia. “Se convirtió en mi otra hermana”, reconocía.

El clima de nervios iba in crescendo a medida que se avistaba el final de la gala ya que con el mismo llegaba el anuncio más esperado: el de los premios nacionales de fotografía y, entre ellos, el de fotógrafo del año que se hizo esperar hasta el último momento. Finalmente se hizo con el galardón José Beut, quien entre emoción y orgullo destacó “el gran nivel del resto de nominados” y agradeció su federación, la de Levante, la propuesta de su colección de fotografías. “Sin ellos no hubiese sido posible”, reconocía.

En las cuatro categorías restantes se alzaron con el premio: el Ayuntamiento de Antequera como ‘Mejor Mecenas’; la agrupación fotográfica de Xátiva como ‘Mejor entidad de 2017’; el premio al ‘Mejor medio de difusión’ recayó sobre el blog de la asociación ‘Miradas’ y el de ‘Mejor libro de fotografía’ fue para ‘Inspirar per la natura’, firmado por Paco Membribes. Vea el vídeo en FAROTV.