Es la imagen lamentable de la coincidencia entre la más absoluta desesperación de quienes buscan huir de Marruecos y la crueldad de quienes obtienen dinero traficando con ellos, con sus vidas. Este vídeo fue grabado en la playa de Oued El Marsa, a donde se acerca una embarcación para cargar a jóvenes e incluso menores que están en la orilla. Suben a la desesperada, apelotonados. Llegado un momento, el patrón termina golpeando a los que intentan sumarse a la expedición para no dejar que lo hagan ante el miedo a no poder cumplir con la travesía. Gritos, golpes, lamentos... todo tiene cabida entre unas imágenes que se han producido en Marruecos pero que bien podrían haberlo hecho en Ceuta. No es casual, desgraciadamente a diario se repiten estas actuaciones sin freno. Aumentan los muertos y desaparecidos y se siguen sucediendo imágenes extremas que invitan a la reflexión. Este verano está siendo especialmente intenso por la cantidad de embarcaciones implicadas en los pases y el elevado número de los llamados candidatos a la inmigración que quieren escapar como sea posible. En minutos a España, atraen así a los que se lanzan directamente como carga. Quienes no puedan abonar la deuda se verán hipotecados, ellos y sus familias. Nadie se acuerda de esas familias que han perdido a los suyos. Sigue habiendo demanda sin respeto a la seguridad. En las últimas semanas ha vuelto a repuntar el volumen de casos de denuncias sobre desapariciones de jóvenes bien cruzando espigones a nado o a bordo de embarcaciones. Vídeos como este recogen la forma tan extremadamente insegura como se producen las salidas, con cargas hasta los topes y salidas sin tenerse en cuenta si hay gente en el mar. Son ya varios los casos de heridos graves por golpes con las hélices o que han caído al mar en travesías de las que nunca se tienen más datos sobre los paraderos de esas personas. A pesar de los controles establecidos, las escapadas continúan a plena luz del día con un absoluto desprecio a la vida.