La implantación de las tasas de recogida de material de construcción ha generado la presencia de vertederos incontrolados que, a juicio de fuentes del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento consultadas por este periódico, se convierten en continuos focos de incendio. Es el caso del Fuerte Mendizábal donde ya el pasado año el Cuerpo de Bomberos se vio obligado a acudir en innumerables ocasiones para sofocar estos fuegos, al parecer provocados.
“Creemos que el cobro de tasas para retirar material de la construcción que ya no sirve es el motivo de que se estén abandonando estos restos a los que después se les prende fuego”, apuntan desde Bomberos.
Desde restos de obras, hasta neumáticos o electrodomésticos ya inservibles engrosan este particular vertedero, en el que no sólo los responsables de las obras eliminan aquí lo inservible. “Está claro que también muchos particulares traen aquí todo tipo de aparatos de hogar , lo que viene a incrementar el peligro de incendios”.
Ausencia de vigilancia
Los autores de estos hechos aprovechan la falta de vigilancia ambiental para convertir este paraje en un auténtico cementerio de desechos y, posteriormente, en fogatas. “De este modo se ahorran las tasas, además de que el fuego logra borrar el rastro de la procedencia de estos escombros”.
Los vertederos incontrolados han sido denunciados en innumerables ocasiones por asociaciones ecologistas, aunque nunca se ha llegado a erradicar totalmente. No obstante, este año el número de incendios es algo inferior con respecto al mismo periodo de 2009, “todo está más tranquilo porque ahora con las obras de la prisión parece que hay más seguridad”.
Los dos últimos incendios provocados se produjeron hace unas semanas con apenas 24 horas de diferencia, aunque esa cifra es ínfima en comparación con la registrada el pasado año en la que la asistencia de bomberos a la zona era casi constante.
Lo que se desconoce es si la persona que está tras estos hechos es la misma que la que provocó los incendios el verano pasado.