Fueron felices y comieron perdices

Con este final tan de cuento se pueden resumir las tan cacareadas jornadas organizadas por nuestros compañeros de la UFP, porque eso son lo que han sido un cuento, pero no uno cualquiera sino uno de fantasía. Y es que de otra forma no se explica la disciplencia y armonía con la que se alían junto al director general, el señor Cosidó, en la visión idílica y maravillosa de su gestión al frente de la Policía. Curiosa forma de defender a nuestros compañeros, los cuales estamos sufriendo los recortes en derechos mas grandes de la democracia, que invitar al precursor y firmante de dichos recortes a unos días de asueto en nuestra ciudad, porque con una conferencia de 20 minutos, habría que ser muy desairado para considerarlo unas jornadas con algún argumento mas allá del mero propagandístico.
Y menos mal, porque entre los pocos contenidos de las mismas el señor Cosidó colocó a nuestra ciudad por encima del resto de Europa en nivel de riesgo por amenazas de Al-Qaeda, creando una alarma social, lo cual obligó al mismísimo ministro del Interior a rectificarlo. Tras esto, las mismas milongas de siempre: habrá que estudiar, habrá que analizar, habrá que... y todo tipo de habrá, pero de eso a HA HACER, bien poco, y por supuesto todo es maravilloso y si alguien viene a decir lo contrario se opta por la solución de los grandes demócratas de boquilla, no se le invita y punto, así organizamos las jornadas y nadie incomoda a nuestra estrella invitada. Ese es el caso que nos ocupa, y pese a todos sus esfuerzos en vender las mesas de debate, eso sí “que los que debatan no protesten mucho”, es por lo que, manifiestan sus allegados, no han invitado al SUP, pese a ser el mayoritario tanto en nuestra ciudad como en el resto del territorio español, todo ello sin regalar navajas a cambio de afiliarse, sin prometer liberaciones, sin prometer medallas y ascensos y todo ese tipo de artimañas que, muy a su pesar, no convencen a los compañeros que con actos como el que nos ocupa ven la verdadera cara de estos SINDICALISTOS. Y mucho menos invitar, según testimonios de algunos de sus afiliados, al secretario general del SUP en Ceuta, que se cree el Follonero con sus camisas de cuadros y las preguntas incomodas, así todos contentos y felices.
Eso sí, a los compañeros que están en la calle dando la cara ya les contarán alguna película de los grandes acuerdos que están fraguando, y que como siempre no se culminan por culpa del SUP, que no se conforma con nada y quiere  recuperar todos los derechos que nos han quitado. Y efectivamente, no nos conformamos con limosnas, y no lo hacemos por la sencilla razón de que esos derechos fueron luchados por muchos compañeros con su esfuerzo durante años y que ahora ven como algunos “espabilaos” disfrazados de sindicalistas miran para otro lado mientras nos los arrebatan. Por supuesto, estos grandes defensores de los compañeros ascienden como la espuma, se van destinados a embajadas, y demás fortunas que el hacer de PALMEROS de los políticos  acarrean; qué le vamos a hacer, nosotros ni vamos ni podemos entrar en este tipo de liturgia rumbera, pues los afiliados del SUP nos correrían a gorrazos.
Cuidado, no confundamos, nosotros tampoco somos la panacea, también nos hemos equivocado y nos equivocaremos, pero desde luego con directores como el que tenemos, que está devolviendo al Cuerpo Nacional de Policía a la edad de piedra, no le vamos a hacer la ola y mucho menos le vamos a montar un ‘bienvenido Mr. Marschal’, que suponemos que, observando las directrices por las que rige los destinos de esta institución, debe ser de su agrado pero que afortunadamente ni los componentes de la misma, ni los ciudadanos de este país,  lo vamos a consentir.
Por último, no quisiera dejar pasar el reconocimiento a los COMPAÑEROS, sí en mayúsculas, que se encuentran afiliados a la citada organización sindical y que ven cómo con sus cuotas se organizan jornadas, viajes y viandas varias, precisamente al señor que los ha vuelto a poner firmes, a pasar revista de pelo, a marcar  cual reses a los compañeros de la UIP, hacernos trabajar cuando estamos enfermos para no perder dinero, y demás tropelías que se han cometido con este señor al frente del CNP, además de costear los IPHONE y las facturas de  los miembros de la ejecutiva local entre otras. Eso es fidelidad de la verdadera, si les hacemos eso en el SUP a  nuestros afiliados en el próximo San Juan el que suscribe haría del famoso muñeco y ciertamente casi con razón.
Con todo ello esta comisión ejecutiva en su afán por buscar algo positivo venga de quien venga, ha de reconocer que si bien a nuestro entender, mas allá del montaje claramente propagandístico, se ha sacado algo  en claro, y es que el  jefe superior no ha dejado pasar la oportunidad de mostrar en primera persona las lamentables instalaciones de las que disponemos, así como las vergonzosas condiciones en que se trabaja en nuestra Frontera del Tarajal, por no volver a insistir en el parque automovilístico desastroso, así como todas las demás deficiencias y miserias varias con las que nuestros compañeros se ven obligados a trabajar.
Esperemos que después de tanta bandurrias y panderetas se consiga alguna mejora para esta Jefatura.  Aunque posiblemente, como en precedentes cercanos, serán limosnas, que ya se encargarán los palmeros de vender como grandes logros históricos, y es que no hay mas ciego que el que no quiere ver y aunque el señor Guerrero se esfuerce en intentar justificar que la invitación y alabanzas son para que conozca la realidad, sabe más que sobradamente que el señor Cosidó  puede venir a Ceuta cuando le dé la gana. Es más, su obligación es conocer cuál es la situación de primera mano, para ello nombró a un jefe superior que lo mantiene informado. Así que con todo lo expuesto ya sabemos todos los compañeros lo que buscan algunos con bailarle el agua a tan ilustres autoridades políticas y, como  digo, quizás algunos tengamos dudas e inseguridades pero de lo que estamos seguros es de que el señor Guerrero  tiene muy clarito lo que quiere y a quien. Ahí que, acercarse y sonreír para conseguirlo.