Sobre fuegos artificiales y recuerdo al policía nacional herido

A la mayoría de los Ayuntamientos, cuando a sus políticos les da la gana, actúan como verdaderos gamberros sin escrúpulos. Me explico, si cualquier ciudadano incívico se dedicara a tirar petardos y bengalas a las 12.30 de la medianoche y estuviese hasta 30 minutos seguidos molestando con el tremendo ruido que eso hace a personas enfermas, animales, entre ellos muchos perros y gatos que lo pasan fatal porque les atormenta ese ruido hasta tal punto que se escapan o se tiran por los balcones como no se les tenga muy bien controlados, serían tachados de auténticos hijos de puta y de ser muy insolidarios, pero si eso lo hace un Ayuntamiento con el permiso que ellos mismos se dan, y el de otras administraciones, como ocurre con el fin de feria y el “Santo Juan”, la cosa cambia, ahí no ponen multas y todo está muy bien. Que se jodan las personas enfermas y animales y quién sea, que a ellos les da igual. Todo vale si lo hace un Ayuntamiento, incluso su alcalde estará muy orgulloso de que sus fuegos artificiales sean los mejores, aunque se hayan gastado en ello un pastón del dinero de los contribuyentes, incluido el de los que se tienen que joder con los tremendos ruidos.

¿Que los petardos y fuegos artificiales contaminan el medio ambiente y molestan a los más desfavorecidos? ¡Qué se jodan!, que los Ayuntamientos ellos mismos se dan permiso para joder.

Recuerdo al policía nacional herido en la noche de San Juan

Recordar que hace años los fuegos artificiales del día de "Santo Juan” le costó perder la visión de un ojo a un policía nacional que no dudó en tirarse encima de una bengala que no había explotado y fue a parar donde estaba el público.

Este policía nacional consiguió que ningún ciudadano de los presentes terminara herido, aunque su acto heroico lo dejó sin la visión de un ojo. Años después lo jubilaron forzosamente. Según un tribunal médico ya no podía ejercer como policía nacional. Su jubilación forzosa se la notificaron un día que salía de trabajar de una noche bastante movida donde tuvieron varias intervenciones importantes en la Barriada del Príncipe. Cosas de la vida, lo dan “no apto” después de haber cumplido perfectamente con tu trabajo.

Al darlo de baja le dejaron una pensión de mierda. Pocos años después terminó desahuciado de su vivienda por no poderla pagar. Lo que es la vida, todo un profesional que estuvo luchando contra la banda terrorista eta en los peores años de su historia, cuando más mataba, y le dan este final. ¡Menuda panda de cabrones los responsables de todo lo ocurrido!

También recordar que un año después de este suceso otra bengala se desvió de su trayectoria y fue a parar a la embarcación de la Guardia Civil, también causando alguna lesión a un guardia civil.

Bien harían los Ayuntamientos en gastar el dinero de los contribuyentes en otras cosas más educativa o necesarias que en fuegos artificiales. Las fiestas no dejan de ser menos fiestas porque no haya "petardazos" y gasto de dinero en pólvora.