La FSP-UGT ha trasladado el malestar de los trabajadores del centro de acogida de ‘La Esperanza’ ante la inexistencia de medidas de prevención ante cualquier posible caso de ébola que pudiera presentar alguno de los menores subsaharianos que hay acogidos en el centro.
El colectivo de trabajadores ha avalado con sus firmas un escrito en el que reflejan el temor ante la falta de seguridad con las medidas impuestas. “Tenemos que recordar que en el centro hay alrededor de 115 internos y unos 15 trabajadores de media, entre personal de la Ciudad y de empresas que allí prestan sus servicios”, explica el sindicato.
“Entendemos que el periodo de incubación debería llevarse a cabo fuera del centro, sin poner en riesgo al resto de menores y a los trabajadores, y llevando a cabo el ingreso del menor en el centro, una vez, esté confirmado al 100% y con garantías de que éste se encuentra en perfectas condiciones”, reclama. Ponen como ejemplo que hace unos días trasladaron directamente al albergue a un supuesto menor de Guinea Conakry, país afectado por el virus, que luego, tras realizársele las pruebas, se confirmó que era adulto por lo que se le remitió al CETI. En todo momento, el personal que trabaja en el centro no adoptó medida alguna de prevención.
La FSP-UGT critica el papel que en toda esta historia está teniendo Sanidad exterior, “que al parecer se ha cerrado en banda en esta situación, promoviendo que ese periodo de 21 días deban pasarlo en el centro, con el correspondiente riesgo. Allí, se tomaría la temperatura a los menores, dos veces al día y si se diera el caso de fiebre, sería trasladado a un lugar habilitado para ello”.
Esta situación es la que ha provocado el plante de los trabajadores, ya que “los menores a pesar de que existe un régimen interno de control, se fugan del centro y se dan casos en los que desaparecen varios días. Recordemos que es un centro de acogida y no un centro de reforma. Podría darse el caso de que en esos días el menor tenga ya fiebre y retornar, sería de obligado cumplimiento el aislamiento de todo el centro incluyendo a su personal, con el consiguiente peligro”, puntualiza la FSP-UGT.
El sindicato sitúa la responsabilidad en el Ministerio de Sanidad, cuyos profesionales son los que deben atender a cualquier persona que llegue en un barco o en cualquier vehículo con síntomas además de adoptar todas las medidas practicables en los puertos, aeropuertos y puestos fronterizos para impedir la salida de las personas infectadas o sospechosas, así como para evitar que se introduzcan posibles agentes de infección o vectores de cualquier enfermedad objeto del Reglamento Sanitario Internacional.
Desde la FSP-UGT, consideran que es un tema muy delicado y de máxima prioridad, por lo que “no está demás extremar todas las precauciones necesarias y sobre todo no poner en riesgo innecesario a un centro de menores como es el de ‘La Esperanza’, con un gran volumen de internos y siendo muy difícil controlarlos. “No queremos crear una alarma social innecesaria, pero sí poner en sobre aviso el peligro que corren los trabajadores”.