Comparecencia por todo lo alto en la Delegación del Gobierno. Tantos meses callada, tanto tiempo sin hablar y ahora, en forma de desayuno de trabajo, se nos anuncian obras y mejoras en el entorno fronterizo. De nuevo.
¿Cuántos proyectos han conocido ya ustedes de reforma del embudo Tarajal? Podrán abrir no 7 sino 70 carriles que la situación seguirá enquistada si las relaciones entre vecinos fronterizos no pasan a ser de hermanos.
Y hoy por hoy, de aquí para allá, los conocimientos de unos y otros no se producen al nivel deseado, hasta el punto de que nosotros somos una mera pelota que rebota por el lugar que quieren las autoridades marroquíes.
A pie de frontera, el funcionamiento no obedece a una ecuación racional, sino más bien a impulsos y relaciones que no atraviesan por los mejores momentos.
"Suena a cachondeo que hablen de humanidad cuando ni siquiera han sido capaces de tender toldos en la playa cuando tenían a cientos de mujeres haciendo cola a pleno sol"
Pero a lo que íbamos. Nos han presentado las mejoras que adoptarán en el Tarajal, nos han hablado del nuevo paso de mercancías a la altura de la ITV que tanto rechazan guardias civiles y policías nacionales. Y nos han hablado también de dignificar espacios.
Suena a cachondeo que hablen de humanidad cuando ni siquiera han sido capaces de tender toldos en la playa cuando tenían a cientos de mujeres haciendo cola a pleno sol.
Los militares no tardaron ni horas en habilitar telas protectoras para la desastrosa Feria de Día que nos dejó escenas de adolescentes borrachos por el centro de la ciudad a las dos de la tarde; pero en este caso, cuando se trata de dignificar a hombres y mujeres explotados, ni siquiera se les ha requerido para que hicieran lo mismo. ¿Hablan de dignificar?
Nos cuentan también que van a quitar las jaulas peatonales de la frontera de Ceuta. Las mismas que construyó y colocó el Partido Popular, enfrentándose a ciudadanos y vecinos de las barriadas más próximas que consideraban esto inhumano.
Recuerdo aquellas protestas y las cargas de la Guardia Civil y de la Policía. Protestas porque era indecente e inmoral hacer pasar a hombres y mujeres por estos tubos en donde se han producido tantas desgracias.
El Gobierno del PP se pasó por el forro, de nuevo, las quejas sociales y habilitó estos corredores inmorales que ahora dice que va a quitar. Por supuesto que las palabras responsabilidad, error o equivocación no son incluidas en su diccionario.
Nos han forzado a ser tan incrédulos que resulta complicado aceptar que todo funcionará tal cual. Dejemos la puerta abierta a la incertidumbre, a las dudas, a las apuestas. Ver para creer. O, mejor dicho, comprobar para aceptar y aplaudir. Al revés, como que no. Ya no cuela. Son demasiadas.