Francisco Fonseca

Corren tiempos cruciales para Ceuta. Los actuales fondos europeos dejan vislumbrar en el horizonte su próxima caducidad. La presión migratoria es cada vez más fuerte. Nuestra economía es frágil, no se sostiene sin apuntalamientos y manos tendidas. Marruecos se aferra cada vez más en sus reivindicaciones. Su política es la de asfixiar a la ciudad. Ahora se frota las manos ante el inminente desarme arancelario y sus repercusiones sobre la ciudad. No quiere saber nada de aduana comercial. Le importa tres pitos la pérdida de los fondos Interreg, que tanto podían beneficiar a ambas partes de acuerdo con sus irredentas estrategias. Y a todo esto Ceuta, más que nunca, convertida en una isla. Por tierra y por mar.
Que no cunda el pánico. Aún nos queda Europa. Que no está tan alejada de nosotros como a veces pensamos. La incorporación de España a la UE nos trajo confianza y estabilidad. El ceutí, por ejemplo, no dudó desde entonces en comprarse su vivienda en la propia ciudad. Antes no. A los bancos el futuro de Ceuta no les ofrecía garantías y se cerraban en banda en la concesión de hipotecas. Eso quedaba para nuestra Caja de Ahorros.
Basta dar una vuelta por la ciudad para reconocer, in situ, las maravillas que el maná de euros de la UE nos ha traído con sus importantísimas transformaciones o con los providenciales planes de empleo. ¿Qué contingencias podrían haberse generado de no haberse contado con ellos para la propia estabilidad la ciudad ante la desesperante situación social derivada?
Aún nos queda Europa, sí. Y Ceuta cuenta para ella. La presencia de Francisco J. Fonseca, nuestro invitado del FORO FARO para la apertura del nuevo curso, pienso que nos ha traído un poco de luz y tranquilidad en las expectativas actuales de la ciudad. El director de la Representación de la Comisión Europea en España, un técnico, ojo, no un político, dejó bien claro que Ceuta sí que cuenta en Europa. Que, efectivamente, se nos reconoce como “un observatorio privilegiado” y que somos ejemplo de cómo debe gestionarse una frontera complicada. Y que al a ser frontera de Europa en África hay que insistir por ese flanco a la hora de buscar justas contraprestaciones, y que merecemos más fondos. No sólo por lo anterior sino también por el hecho diferencial de un territorio con una elevada tasa de paro, y providencial alma samaritana en tantas facetas de las necesidades y carencias de nuestros vecinos marroquíes.
Hay que insistir, sí. Tomen nota quienes deban de hacerlo. Además de divulgar bajo todos los medios y fórmulas nuestra realidad, que se venga a Ceuta y se palpe. A pie de suelo y no por meros informes. Así lo entendió nuestro Foro con la invitación a Fonseca que, a buen seguro, será un importante valedor de la ciudad ante las instancias comunitarias por las que se desenvuelve desde hace 25 años. Y también el presidente Vivas, que cuando lo recibió en su despacho aprovechó la oportunidad para solicitarle una detenida visita, una vez concluidas las elecciones generales.
Procede ahondar en nuestras reivindicaciones comunitarias, efectivamente. Con una oficina en Bruselas, por ejemplo, como José María Campos viene “predicando en el desierto” desde 1995, o con cualquier otra presencia oportunista y constante. Antes de su visita, Fonseca pidió información. Existía en Bruselas, sí, pero no con la magnitud que él descubrió pisando la ciudad. “Hay un desconocimiento técnico evidente y estoy aquí para entenderlo mejor”, nos confesaba al editor y a mí. Como el de la valla, cuyo perímetro recorrimos gracias a las facilidades de la Delegación. “Esto es fascinante, no me lo imaginaba. Por un momento parece como si me hubiera trasladado a la época de la guerra fría”, se sinceraba con nosotros y con Sergio Moreno.
“Europa está dispuesta a ayudaros”, remarcó en diversos momentos de la visita y en su conferencia. “Hacer de vuestra realidad fronteriza y de vuestro conocimiento del Magreb algo positivo como difícilmente lo haría un alemán, por ejemplo. Qué Marruecos os da la espalda, hay otras oportunidades en el norte de África.
Busquemos pues nuevos fondos europeos puesto que por la vía de similitud de región ultraperiférica parece que no hay nada que hacer. Y con urgencia, como igualmente alertó Fonseca, que ciertos informes estén antes del día 12 en su lugar para que se puedan convertir en compromisos y con los apoyos precisos para el caso.
Estar al loro, vaya, como diría el castizo. Y de nuevo gracias, Francisco.