Las autoridades francesas han expulsado del país al ciudadano marroquí R.A.E.H., condenado en 2007 por terrorismo y posteriormente privado de la nacionalidad francesa.
"Firmeza. Gracias a los prefectos, policías, gendarmes y agentes de los servicios de inteligencia. Nos esforzamos mucho, pero los esfuerzos dan sus frutos para proteger a Francia", afirmó el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, en un mensaje publicado en la red social X, anteriomente conocida y registrada como Twitter.
Fuentes citadas por el diario francés Le Figaro han destacado que este individuo seguía en contacto constante con el movimiento yihadista.
De origen marroquí, creció en los barrios obreros del oeste de París y fue juzgado y condenado por "participación en una asociación criminal con vistas a preparar un atentado terrorista".
En particular se le relaciona con los atentados del 16 de mayo de 2003 en Casablanca, en los que murieron 45 personas, incluidos doce suicidas en varios puntos de la ciudad marroquí. La explosión más importante fue la del restaurante de la Casa de España, tal y como han recordado las autoridades francesas.
Los sospechosos, incluido R.A.E.H., fueron condenados a entre seis y ocho años de prisión, por lo que fueron liberados entre 2009 y 2011. Tras ser excarcelado mantuvo relación con S.A.G., autor del atentado fallido contra una iglesia en Villejuif, así como con L.A., autor del atentado en Magnanville en el que murieron dos agentes de la policía. Por consiguiente, en 2005 fueron despojados de la nacionalidad francesa.
R.A.E.H. seguía en territorio francés y por ello el 22 de marzo pasado el prefecto de Yvelines dictó una orden de expulsión. Finalmente, fue detenido en la madrugada del pasado 30 de marzo y su avión con dirección a Marruecos despegó ese mismo día.
No es la primera vez que se toman este tipo de medidas, sino que ya se han dado casos similiares.
Ya está de buenismo progre en Europa