Durante esta mañana todas las miradas y flashes se han dirigido hacia un colosal navío que reina en el Muelle España. Por su estructura externa es fácil distinguir que no se trata de un barco civil y con solo acceder a sus inmediaciones el personal de Infantería recibe a todo aquel que desee curiosear. Ellos, precisamente, fueron los encargados de guiar y enseñarlo a los grupos de visitas que, desde su llegada, se han programado para conocer las entrañas de un buque que en su más de una década de vida suma interesantes historias y hazañas. Unos recorridos a bordo que continuarán hoy de 10.00 a 13.00 y de 16.00 a 18.00 horas. Desde su llegada al puerto de Ceuta, son muchos los que se han acercado a conocer uno de los buques más modernos de la Armada Española. No es habitual tener la oportunidad de ver de cerca un transporte de semejantes características. La fragata Blas de Lezo atracó el viernes por la noche y ya ha despertado la curiosidad de los ceutíes. Se trata de un navío F-103 de la clase ‘Álvaro de Bazán’ y, al igual que las otras cuatro fragatas de su tipo, está especialmente diseñada para la defensa aérea. Cuenta con un sistema de combate que la hace ser una de las fragatas de este tipo tecnológicamente más avanzadas de Europa. Además dispone de un radar aéreo de última generación que le permite detectar aeronaves en un radio de 500 kilómetros. Publicidad Como si de un laberinto se tratase, la ‘Blas de Lezo’ invita a perderse de forma más fácil que por los canales de Venecia. Numerosos pasillos se entrecruzan cortados por escaleras que suben o bajan. Llegados a uno de los puntos donde se consigue tomar aire fresco se presenta otro de sus principales ‘atractivos turísticos’: un lanzador vertical de misiles de 48 celdas que le confieren una capacidad de lanzamiento de misiles antiaéreos SM-2, Sea Sparrow y Tomahawk. “En las jornadas de puertas abiertas es por lo que más se pregunta. Impone y llama mucho la atención”, apuntaba Mario Lozano, de la Brigada de Aprovisionamiento. La vida dentro del mismo también suscita la curiosidad entre los civiles, aunque muy lejos del mito y las leyendas, no deja de ser la de un marino más. Dura, quizá en los comienzos, “pero te terminas acostumbrando”, comenta Aurora Cabaleiro, de la Brigada de Máquinas, y una de las 187 personas que actualmente vive abordo de la ‘Blas de Lezo’. “Navegamos las 24 horas y nos vamos turnando, pero al final es un día a día, mera rutina, en la que no te percatas que llevas varias semanas navegando, solo piensas que pasen los días”, comentaba. Su récord sin ver tierra se sitúa en los 26 días. Fue en la primavera de 2018, durante el despliegue que realizó en Kuwait como escolta, junto con el ‘Juan Carlos I’, donde estuvo apoyando al Ejército de Tierra en el Mar Rojo y el Océano Índico. La fragata eligió Ceuta entre varios candidatos. “Nos decantamos por esta ciudad porque nunca antes habíamos estado”, exponían. Procedente de su base, en la 31 escuadrilla de Ferrol, partirá esta tarde de Ceuta para realizar ejercicios antisubmarinos y una preparación de calificación de combate. La fragata pasa cada año un tiempo considerable fuera de su base de Ferrol, navegando sobre todo en aguas y puertos extranjeros, y colaborando mano a mano con buques de todo el mundo como fragata de despliegue de la OTAN. Curiosidades Es el quinto buque en la historia de la Armada que lleva el nombre del teniente general Blas de Lezo y Olavarrieta, héroe de la batalla de Cartagena de Indias y, sin duda, uno de los más ilustres marinos de la historia española, particularmente del siglo XVIII. El emblema de la fragata toma su diseño del escudo de armas del insigne marino, nacido en Pasajes (Guipúzcoa), y cuenta con dos canes sobre fondo gualda y 2 estrellas de seis puntas sobre campo de gules, además exteriormente el escudo se cierra por cuatro anclas y una corona. Su lema es ‘Ornatus mei arma sunt requies mea pugnare’: “Mis arreos son las armas, mi descanso la pelea”.