Uno de los días más grandes en la historia de la Cofradía de San Antonio: su hermanamiento con la Casa Natal del popular santo en Lisboa, culminaba por la tarde con la inauguración de la estatua erigida en su honor. Un acto al que precedía la eucaristía oficiada por el rector del Santuario lisboeta, Francisco Sales, y que contó con las voces de la Asociación Coral de Ceuta Andrés del Río Abaurrea. En la zona acondicionada donde antes se ubicaba el antiguo centro de La Esperanza se ubicaba el pedestal sobre el que se ha erigido la escultura del santo que fue bendecida por fray Sales. “Hay una unión de San Antonio con Ceuta y entre Ceuta y Dios”, explicó durante la inauguración. Las adversas condiciones meteorológicas no impidieron que numerosos fieles se acercaran hasta la ermita para mostrar su devoción al popular santo.
“San Antonio protege y está con el pueblo de Ceuta todos los días del año. Hoy los caballas, y en su nombre, la Ciudad Autónoma, le devuelven ese amor y esa devoción a través de este monumento, de ese Triunfo Coronado, de la escultura del santo para que nos siga protegiendo desde la altura”, explicó el hermano mayor de la Cofradía de San Antonio, Carlos Orozco. El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, subrayó la relevancia de esta obra, “necesaria para mejorar la accesibilidad, el entorno y el embellecimiento de algo que está en el corazón de los ceutíes: el mirador, la ermita y San Antonio”. Incidió en el “doble significado” del hermanamiento con la cofradía lisboeta: “Para Ceuta porque es el encuentro con el origen de la devoción y porque se crea un lazo más, por si faltara alguno, entre Ceuta y Lisboa”.
Finalizada la inauguración, los asistentes se trasladaron hasta el nuevo claustro para conocer las mejoras que se han acometido en la zona y que contó con el aplauso y la admiración de los presentes. Reforma La remodelación realizada por la Ciudad en la ermita de San Antonio y el antiguo centro La Esperanza ha supuesto una inversión de más de 600.000 euros. Acometida por Tragsa el resultado se extiende por unos 1.800 metros cuadrados de jardines, claustro y, en general, espacio para el sosiego desde el que contemplar unas de las mejores vistas de Ceuta.
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El proyecto de adecuación y ajardinamiento incluye la estatua de San Antonio obra de Alejandro Pedrajas modelada en cera y con una altura de 1,40 metros, unos centímetros más que la talla del santo en la ermita, de la que es réplica idéntica. Además, destacan zonas de sombra y cobijo en los espacios peatonales y el claustro, así como el remate vegetal, con jardinería adecuada al clima mediterráneo y la disposición de mobiliario urbano, como bancos de ladrillo macizo y granito.
La escultura del santo es una réplica exacta a la que se recoge en el interior de la ermita
Asimismo, cabe subrayar el adecentamiento del alcorque del conocido como ‘Árbol de Bertuchi’, desde donde es posible contemplar, como apreciara el pintor, una de las estampas más significativas de la ciudad. Se ha reconstruido el alcorque con piedra natural, además del bordillo que limita el acerado donde se encuentra.
La veneración en Ceuta a San Antonio de Padua, la ciudad donde falleció el santo, lisboeta de origen, forma parte del legado portugués. No en vano, cuando en 1415 la Armada de Juan I de Portugal llegó a Ceuta, solicitó del Pontífice la fundación de dos conventos bajo los nombres de Santiago y San Jorge, el primero encomendado a los franciscanos, la Orden de San Antonio, y el segundo a los dominicos. En torno a la imagen de San Antonio ha habido cofradías desde el siglo XVI y, desde entonces, también se tiene constancia de la celebración de romerías, de sentido religioso, primero, y con un cariz festivo agregado a la devoción al santo. De hecho, la romería con que Ceuta celebra hoy por hoy San Antonio cada 13 de junio hunde sus raíces en mitad del siglo XVIII, cuando la restauración de la ermita le infirió carácter de fiesta patronal.