El Foro de la Educación de Ceuta celebró ayer por la tarde en la Dirección Provincial del Ministerio su primera reunión ordinaria del año, una cita en la que además de la renovación de algunos de sus integrantes, entre ellos cuatro de las cinco “personalidades de reconocido prestigio” que designa la Administración, se abordaron dos iniciativas planteadas por su presidente, Francisco Mateos, y por la representación de CCOO.
A instancias de Mateos se acordó intentar “fomentar la innovación metodológica” entre los docentes de la ciudad, ya que no todos los miembros del órgano consultivo que asistieron a la reunión coincidieron, según las fuentes consultadas, sobre si los maestros y profesores de Ceuta se han quedado un tanto anquilosados en los procedimientos que utilizan en su actividad educativa o no.
Debate suscitó también la propuesta de CCOO sobre el ‘Derecho Universal a la Educación de los Menores’, un encabezado bajo el que Juan Luis Aróstegui argumentó su iniciativa para que el Foro se posicionase ante la Administración en favor de “normalizar en el sentido de que se convierta en la norma” la escolarización de los niños migrantes con independencia del tiempo que pasen en la ciudad, adaptando hasta el límite de lo posible la atención educativa que se les ofrece.
Tal y como plantea en el artículo que ha publicado junto a Begoña López, de la Internacional de la Educación, Aróstegui llevó al Foro una pregunta: “¿Podemos considerar que estamos educando a un alumno que llega a nuestro país con trece años, sin conocer el idioma y sin un bagaje previo sentándolo en un aula de tercero de ESO?”.
Desde su punto de vista y el de la mayoría del órgano, pues el acuerdo final pese a la oposición de la Ciudad a escolarizar a niños etiquetados de “disruptivos” e “irregulares” fue elaborar una propuesta concreta en línea con el planteamiento de CCOO, el reto debe ser “saber definir qué enseñar a cada alumno en cada momento siendo conscientes de que los periodos de aprendizaje sus muy diversos y cambiantes”.
Es decir, no cubrir el expediente sentando a un niño-adolescente en un pupitre (en el mejor de los casos) aunque ni siquiera domine el castellano sino articulando una propuesta educativa lo más individualizada y útil que sea posible.
La FAMPA repite que hace falta un Consejo Escolar
El presidente de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (FAMPA) de Ceuta, Mustafa Mohamed, abundó ayer en el Foro en la necesidad de que la ciudad se dote de una vez de un auténtico Consejo Escolar como cualquier Comunidad Autónoma. El representante de las familias aseguró que la FAMPA no dejará de acudir a las reuniones “por respeto al órgano y a sus integrantes” pero lamentó su escasa utilidad en términos resolutivos. “Es posible que lo que aprobemos hoy llegue antes al Ministerio a través de CEAPA y del Consejo Escolar del Estado que desde el Foro”, comparó y lamentó Mohamed.
El Ministerio pide apoyo para escolarizar a los MENA de Ceuta en aulas de adaptación lingüística
Al final lo que va a conllevar meter a estos menores en clase es que van a frenar el ritmo de la clase, perjudicando al resto de niños. Y todo esto provoca tasas de fracaso escolar más altas
La "adaptación" y con ello no me refiero a únicamente la lingüística, pasa por un proceso de observación y primera acogida en centros especializados.
Por supuesto esto implica restricciones en salidas de dichos centros y evaluación de la integración de los menores en la sociedad occidental a la que acceden.
Hasta conseguir estos mínimo objetivos es, y bajo el Punto de vista de un profesional con más de treinta años de experiencia, una temeridad habilitar recursos externos para dichos menores.
Hábitos como la higiene, el respeto a los demás, a los mayores, a reconocer la igualdad entre mujeres y hombres, son fundamentales y prioritarios en el proceso hacia esa integración.
Esos objetivos se han conseguir a través de programaciones individualizadas y encaminadas concienciar al menor de su nuevo ámbito cultural.
Y por supuesto sometido a estos a un programa de fases de autonomía personal en función a la consecución de los objetivos marcados.