Follón malandrín

No me fué posible subir por ellas, ni menos apearme de Rocinante, porque me debían tener encantado; que te juro por la fé de quien soi, que si pudiera subir ó apearme, que yo te hiciera vengado de manera, que aquellos follones y malandrines se acordaran de la burla para siempre… (…). De este pequeño entresacado de contexto de “el Quijote” y de su amor-odio hacia su abnegado y sumiso Sancho Panza, conocemos mucho todos aquellos que, como yo, tuvimos la suerte de leerlo unas cuarenta veces en aquella niñez del colegio de San Agustín. Desde entonces supimos que “follón” es aquel insensato, vano, hinchado… pero no es lo mismo que felón. Esta voz significa pérfido y de ella se derivó felonía… traición, perfidia. La palabra italiana “malandrín” equivale a ladrón, salteador de caminos, etc…
Un pequeño inciso para felicitar al equipo ceutí de jóvenes promesas, por la consecución del título de Campeones de España en su categoría, título que debería abrir una puerta a la esperanza y que de ellos sea el futuro inmediato. Felicito de igual manera a la Federación y en especial a José María Oliveira y a su equipo, porque su trabajo es digno de admiración y porque se deriva la necesidad de otorgarles el reconocimiento que se merecen. Mi mas sincera Enhorabuena.        
El poeta estadounidense Robert Frost, nos dejó para la historia la siguiente cita:”En dos palabras puedo resumir cuanto he aprendido acerca de la vida: Sigue adelante”. Vivir en ese deseo, se contrapone con la actitud de algunos individuos, que desgraciadamente, no tuvieron la oportunidad de tener una vida. De sus principios hasta el día de hoy, no les enseñaron que el insulto “es el arma de los débiles”. De sus valores y parafraseando, Antonio Machado dejó escrito “el hombre es solo rico en hipocresía. En sus diez mil disfraces para engañar, confía; y con la doble llave que guarda su mansión, para la ajena, hace ganzúa de ladrón”.
Consumada la paupérrima temporada de la AD. Ceuta, con su Presidente no electo a la cabeza, éste sigue en su postura de no ofrecer datos sobre su gestión al frente del deficitario club, ignorando las numerosas voces que se han ido sumando a esta petición. Porque ya no solo son las voces de los ciudadanos, de los aficionados… ¡no!... esta actitud de esconder lo que debía ser “vox populi”, está agregando opiniones de políticos con posibilidades en las próximas elecciones municipales y que, notablemente, perjudica al futuro inmediato del club. Ha conseguido que la subvención inicial, aprobada con anterioridad, se haya convertido en un cúmulo de preguntas sin respuesta que solo y unicamente, le desprestigia a usted. Si no tiene nada que esconder, ¿qué motiva no hacer públicas las cuentas? El Sr. Presidente de la ciudad y su gobierno, máximos accionistas del Club, siguen guardando silencio. Pero yo les voy a decir algo: Con el fichaje del interés, yo, que siempre habité en las siglas del Partido Popular, hoy se tambalea mi seguridad. Me han convertido en una persona que ejercerá su derecho al voto, por primera vez en su vida, con la duda colgada al hombro. Para explicarme, cada día noto que me roban un trocito mas de los silencios de mi espacio. Y como inexplicable, no se pueden ustedes callar ante la cantidad de ofensas que están recibiendo muchos ciudadanos de Ceuta, todos con su vida y su historia, la mayoría respetables y que, desde un diario subvencionado por publicidad institucional, se permite que se insulte de manera tan gratuita.
Reincido en mi petición de que el Presidente de la AD. Ceuta convoque a los socios y pueblo en general… y después de ello, abandone el puesto por el interés del fútbol ceutí. Ganaremos todos, ganarás tu, ganará aquel… ¡ganará la institución!
Yo creo que es un derecho humano intentar fortificar nuestra vida. Hoy día se rehabilitan hombres, se reinsertan en la sociedad delincuentes irredentos… ciertamente, hablamos de los derechos fundamentales y la constitución.
Ello me hace recordar a Jean- Claude de Chateaubriand, uniendo cerebros en sus “Memorias de Ultratumba” y de su cita: “Nunca el crimen será a mis ojos un objeto de admiración ni un argumento de libertad; no conozco nada mas servil, mas despreciable, mas cobarde, mas obtuso… que un terrorista”.