La flor de Pascua está más presente que nunca en estos días en las casas de los
vecinos de Ceuta. También se pueden ver en tiendas, escaparates, en el trabajo o
en las jardineras que hay repartidas por la ciudad... siempre con su color más característico y
navideño: el rojo. Sin duda son un icono navideño. Pero, ¿cuál es el origen de esta planta? La flor de Pascua es también conocida como flor de Navidad o Poinsettia. Esta planta tiene su origen en México, concretamente en Taxco de Alarcón y es propia de regiones tropicales. Cuando se rompe una hoja o una rama de la flor de Pascua, sale una savia blanca y lechosa que se creía tenía propiedades curativas. Esta se utilizaba para aplicarla en los pechos de las madres lactantes para aumentar la producción de leche o como remedio contra las hemorragias obstétricas o ginecológicas.
La flor de Pascua y la Navidad
Hoy en día, sin embargo, al escuchar 'flor de Pascua' pensamos inmediatamente en la Navidad. ¿Por qué? ¿Qué significa tener una flor de Pascua en casa? Tuvo su auge y expansión gracias a los frailes franciscanos en el siglo XVI, ya que decoraban las Iglesias con estas flores el día de Navidad. De ahí que esta planta se relacione con las fiestas navideñas por la decoración en los nacimientos. Esto se popularizó entre 1521 y 1821, durante el periodo colonial. En el siglo XVI, exploradores recién llegados a tierras mexicanas quedaron maravillados por la flora local gracias a sus tonos verde y rojo y comenzaron a utilizarla en las decoraciones de sus pesebres navideños. En España fue introducida a principios de los años 80 y ahora se cultiva en Andalucía, Murcia, Cataluña y Cantabria. La flor de Pascua se situará este año en España en torno a los 7 millones de unidades, cifra muy parecida a la de 2013, según el secretario técnico de la Asociación de Agricultores y Viveristas de Barcelona.
Cómo cuidarla
Desde Interflora explican cómo debemos cuidar nuestra flor de Pascua o Poinsettia para que dure mucho tiempo: Tenerla en un lugar de la casa que tenga mucha luz no directa, lejos de ventanas y fuentes de calor, o de corrientes de aire, asegurando un máximo de 8 horas de luz al día. Durante este período tendrá que encargarse de regar la tierra dos veces por semana, evitando con cuidado la formación de estancamientos en el platillo. Estando en casa, no coloque la estrella de Navidad en una zona de paso porque las plantas erguidas pueden quedar atrapadas fácilmente, y es fácil que las ramas se rompan en la base, perdiendo una parte importante de todo el follaje. Es normal que, empezando desde abajo, las hojas verdes se vuelvan amarillas y caigan con el tiempo. No se preocupe y continúe regándola. Al final del invierno esta planta de interior comienza a perder sus hojas, hay que podar los tallos cortándolos a 15 cm del suelo. Recuerde realizar esta operación usando guantes porque el látex que sale de los tallos podría irritar tu piel. En primavera la planta comenzará a vegetar, a las primeras hojas nuevas trasplántala en una maceta un poco más grande que la utilizada anteriormente y comience a regarla constantemente. Precisamente porque las
temperaturas, incluso de noche, se habrán estabilizado en torno a los 15°C, podrá colocar tu flor en un lugar luminoso como la terraza, el balcón o el jardín. Siga las mismas precauciones incluso en verano, asegurando una correcta fertilización y el abono adecuado. Así surgirán nuevas hojas de un verde suave de los capullos de las ramas desnudas: pronto la Poinsettia tendrá un follaje espléndido. Recuerde que 8 horas de luz al día son suficientes para que rápidamente se vuelva rojo, rosa o blanco. Importante: dos veces al mes añada también un abono para plantas verdes, los resultados serán sorprendentes.