Será juzgado por un Tribunal de Jurado por el disparo mortal y a bocajarro contra Youssef, en 2015
Pasaban las doce de la noche del 24 de julio de 2015. Príncipe Alfonso, cerca de las escaleras que dan acceso al Polifuncional de la barriada. Allí estaba Youssef. Un adolescente de solo 16 años con toda una vida por delante que se vio truncada por el disparo efectuado por Muhamad A.M., conocido policialmente como ‘Loquillo’.
Durante todo este tiempo la familia de Youssef ha pedido justicia. La pidió cuando mataron a su hijo, también durante el año que permanecieron esperando a tener la noticia de que el autor estaba detenido (permaneció todo ese tiempo oculto hasta que decidió entregarse) y ahora cuando se ha pedido la apertura de juicio que se celebrará bajo el Tribunal de Jurado en la Audiencia.
20+2
El Ministerio Fiscal solicita 22 años de prisión para el acusado. 20 por considerarlo culpable de asesinato y dos más por tenencia ilícita de armas. A ojos del Ministerio Público está demostrado que Muhamad A.M. terminó con la vida de Youssef porque así lo decidió, tras encontrarse con él aquella madrugada y, “movido con la intención de acabar con su vida, de forma repentina, sacó una pistola y efectuó un disparo en la cara”, expone en su escrito de calificación trasladado a las partes a cuyo contenido ha tenido acceso este medio.
Aquel disparo le entró por una mejilla y salió por la zona opuesta, terminando con la vida de Youssef, ya en el Hospital, solo unas horas después del suceso. El menor no pudo defenderse en ningún momento, por eso los hechos han sido calificados como un delito de asesinato que debe ser seguido por un Tribunal de Jurado. Un conjunto de hombres y mujeres que, una vez sean elegidos, deberán decidir con un veredicto salvo que se produzca una conformidad previa.
El acusado está en prisión preventiva desde mayo de 2016, cuando decidió entregarse en la Jefatura Superior después de que la Policía lo estuviera buscando durante meses. A la pena de cárcel, la Fiscalía suma indemnizaciones para los padres de la víctima por los daños morales sufridos e impone una prohibición de aproximación durante diez años después de la pena que le sea impuesta.
Youssef, un estudiante con toda una vida por delante
En una entrevista concedida por la madre de Youssef a este medio con motivo de la detención de ‘Loquillo’ recordaba cómo era su hijo: estudiante, matriculado para hacer un curso de electricidad y con una vida por delante que quedó destrozada por un disparo a bocajarro.
Esa noche su hijo había salido a dar una vuelta por la barriada y no regreso más. Cuando le llamaron a su madre fue para informarle que había ingresado en el Hospital víctima de un disparo. No lo volvió a ver nunca más. Aquella muerte les destrozó la vida, pero también los meses esperando tener noticias, saber algo sobre el criminal, hasta que al final conocieron por los medios de comunicación que se había entregado.
La Policía siempre sospechó que durante ese año estuvo escondido en alguna vivienda en la que se le dio protección. Permaneció en busca hasta que no pudo más, se entregó y ahora deberá sentarse ante un Tribunal para responder de los dos delitos que se le imputan.