El Consejo de la Juventud de la Ciudad Autónoma de Ceuta ha organizado, desde este 14 al 16 de agosto, un fin de semana acuático con motivo del Día Internacional de la Juventud que se celebra este miércoles. En dichas actividades se puede inscribir cualquier persona mayor de 14 años, aunque desde el Consejo se informa que “se han completado casi todas las plazas, llegando en total a más de 50 personas” desde que abriesen el plazo de inscripción el pasado sábado. “En cada una de las actividades se mantendrán las medidas sanitarias pertinentes para la contención de la COVID-19”.
Precisamente y en relación con la pandemia, el Consejo ha firmado un manifiesto junto con otros Consejos de la Juventud del país, a través de una campaña conjunta en la que solicitan a los distintos gobiernos, los medios de comunicación y a la ciudadanía en general “que no se criminalice a las personas jóvenes por el aumento de casos de COVID”.
En dicho manifiesto, explican que las personas jóvenes han mostrado “un alto compromiso con la sociedad, desarrollando labores de voluntariado, de ocio y servicios entre otros, para personas que se encontraban dentro del denominado grupo de riesgo para el COVID19”.
“Ese compromiso perdura hoy. Ante un escenario en el que sistemáticamente se ha hecho referencia a las personas jóvenes como personas ‘sin riesgo’, es imprescindible poner el foco en todas aquellas personas jóvenes que se preocupan y protegen para que esa crisis sanitaria finalice o se controle lo antes posible a la par que se da continuidad a la labor de concienciación al conjunto de la sociedad”, argumentan.
Como uno de los colectivos que más sufren las repercusiones de las crisis económicas y sociales, piden a los distintos gobiernos autonómicos, locales y al Gobierno central que se aseguren unas condiciones socioeconómicas dignas, basadas en un empleo de calidad, donde la temporalidad y la parcialidad sean una elección y no una obligación para la juventud.
“Necesitamos revertir la tendencia que hace que la mayoría de nuestros empleos se encuentren en los sectores de la hostelería y el comercio, donde predominan los contratos por obra y servicio, eliminar la figura de las prácticas extracurriculares y apostar por contratos formativos y en prácticas en su lugar. Facilitar la transición a una vida independiente, favoreciendo la emancipación juvenil, que ahora se sitúa de media en los 29 años, para así facilitar el proyecto de vida autónomo, iniciativas laborales, familias y maternidad antes de los 30”.
Además, que se apueste por el ocio y el tiempo libre en todos sus sentidos. “Comenzando por facilitar un ocio alternativo y saludable, como también por facilitar el ocio educativo que realizan las entidades de educación no formal. Entender el ocio como generador de cultura, de socialización e, incluso, de democracia. Para ello también es necesario que los municipios dediquen espacios aptos para el ocio juvenil”.
En cuanto al plano laboral, instan a que se apueste por “profesionales de juventud” para asegurar que la administración a todos los niveles territoriales pueda establecer departamentos de juventud con capacidad según sus competencias, pero también órganos interdepartamentales que coordinen las políticas de juventud de una manera integrada, asegurando la participación de la juventud en la elaboración de todas estas.
“Las políticas de juventud deben entenderse no sólo cómo las políticas activas, como actividades juveniles o intercambios estudiantiles sino también como políticas transversales que afectan al empleo, la educación, cultura, transición ecológica…”, desgrana el comunicado.
Por último, apelan a la participación democrática de las personas jóvenes, a través de espacios y procesos específicos. Una vía destacada es fortalecer el asociacionismo juvenil, tanto las asociaciones ya existentes como facilitar que cualquier persona joven pueda asociarse o crear nuevas asociaciones.
“El tejido asociativo es la herramienta que facilita la participación colectiva de la juventud, permite el arraigo, la socialización y la transformación en su entorno. Las asociaciones son escuelas de ciudadanía con capacidad de generar un impacto positivo tanto en su entorno directo como en ámbitos territoriales más amplios”, concluye el Consejo de la Juventud.
Finalmente, el Consejo de la Juventud ha querido señalar “el peligro que supone construir un estereotipo sobre la juventud y que los medios de comunicación participen de esto, voluntariamente o no. En la crisis anterior ya vivimos políticas basadas en el tópico de que las personas jóvenes solo se dedican a beber en las calles y que, por tanto, las medidas debían ir encaminadas a evitar esto. En esta obsesión por limitar el ocio juvenil jamás se regularon medidas importantes para el empleo, la vivienda y la participación democrática, haciéndonos acabar esta década con elevadísimas tasas de desempleo, precariedad y pobreza”.
“Es tarea de toda la sociedad señalar el auténtico foco del problema. Pedimos que no se nos deje fuera, alejémonos de visiones paternalistas, la juventud no es, en principio, un colectivo de riesgo sanitario, pero es el colectivo con mayor riesgo social y económico. Actuemos sobre la realidad y no sobre el tópico, para que dentro de diez años no nos encontramos con más paro, más precariedad y más pobreza”.
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