Se acaba el año, el 2010 dará mañana un último suspiro de aliento para decirnos adiós mientras nos atragantamos con las uvas. Este atragantamiento será simbólico, casi una tradición provocada por las risas y los abrazos de después de las 12 campanadas.
Por suerte, atragantarse con uvas “duele” bastante menos que hacerlo con barandillas plateadas, brillantes y cortantes. También por suerte, alguien está poniendo de su parte en el Gobierno de la Ciudad para que no se nos atraviesen determinados “elementos” en la garganta. Mientras, nos tragamos alguna que otra negligencia cometida por, quizás, Reyes Magos que demasiado a menudo olvidan reinar usando correctamente su magia en sus “parcelitas” de poder.
La Calle General Aranda ha ocupado este último trimestre casi en su totalidad, siendo la asignatura pendiente que hemos venido arrastrando desde principios de curso, cuando algún paje sin caballo, le susurró en el oído a cualquier aspirante a Baltasar, que colocar cemento pulido y barandillas en una carretera, era una buena idea. En fin, una vez aprobados, no nos vamos a poner a echarle las culpas a nadie en concreto, cada cual que asuma sus responsabilidades y a seguir adelante. Por nuestra parte, sólo podemos volver a dar las gracias por solucionar un problema de seguridad vial y afrontar el 2011 con las mismas ganas e ilusión de siempre.
“Ya no hay ni asfalto pulido ni barandillas plateadas en la Calle General Aranda”, así empiezan nuestros villancicos moteros de este año.
Se acaba el año, miramos atrás y el gráfico estadístico de estos 12 meses muestra subidas y bajadas en una seguridad vial por la que siempre hemos luchado. Bajadas criticadas siempre por nuestra parte y subidas agradecidas, también siempre.
Nosotros, la Plataforma Motera de Ceuta, no somos talibanes de la reivindicación, no criticamos por criticar, ni destruimos por destruir. Tampoco estamos “comprados” ni “vendidos”, porque nadie nos paga, ni a nadie debemos nada. Nosotros, sólo queremos que rodar por nuestras carreteras no suponga un peligro para nadie, no nos importa quién gobierne, ni de qué color son sus programas electorales. Nosotros, siempre estaremos ahí para intentar mejorar nuestras carreteras, usando un instrumento legítimo llamado “reivindicación social”, al que hemos dado y daremos siempre una utilidad constructiva, poniendo siempre ladrillos en el desarrollo cívico de la sociedad ceutí y no tirando abajo los cimientos que a tantos otros, anteriormente, les ha costado mucho construir.
Esto último y la prueba palpable de que, además, hemos sido siempre agradecidos, son el mejor aval para continuar trabajando por ir a mejor. No importa en qué, sólo importa mejorar.
Feliz 2011.