“Oye Felipe, que Aznar te ha tocado la orejilla y va a cobrar más que tú, que tú, quetuquetuquetú”. Me comentaba mi amigo expresidiario en otros tiempos, por robar tres gallinas para comer allá por 1947, que esto es denigrante, indecoroso, sangrante, escandaloso, insolidario, insultante, añadiendo yo, nada ético. ¿Por qué solo necesitan los diputados y senadores siete años para cobrar una pensión vitalicia del 80 por ciento y del 100 por cien si son once años? y además con la legislación actual, compatible con ejercer cargos en la empresa privada, en consultoras, bancos o cajas, holdings empresariales y otras hierbas.
Y los pensionistas españolitos de a pié, cobrando, el que la cobra, e inhabilitados por incompatibles para buscarnos otros emolumentos. Justicia, progreso, democracia a la carta.
¿Por qué será que cuesta tanto reconocerle a la UPyD y a Rosa Díez su incesante trabajo de denuncia de estas chabacanerías y privilegios de las “mayorías? Pues yo si se lo reconozco y no me pesa y sin tener dependencia política, pero a cada cual lo que se merece, aplaudiendo también y por segundas, las iniciativas de otras formaciones minoritarias de la oposición, sean BNG, PNV, ERC e Izquierda Unida.
Y es que la punta del iceberg despunta acalorada, mostrando a estos insignes recolocados, a Don Felipe y Aznar Mari, en agradecimiento a sus “servicios”, ellos que abrieron la puerta de las privatizaciones. Así agradecen que personas con información privilegiada formen parte del elenco, con caché, con influencias, a quienes espero por excelsos y guardianes leales la sepan conservar, entiéndase la información. Este último argumento sería más que suficiente para que se impusiera la incompatibilidad, o a cargo de lo público por historia y responsabilidades ejercidas o lo privado y a moverse en connivencia cómplice con sátrapas y mecenas del sagrado Capital, por interesada decisión e intereses personales, ahora en la ya avanzada madurez.
Pero claro, uno que es aguililla y lee lo que puede y más, le pide ejemplo, cordura a algunos denunciantes y rasgadores de vestiduras, a manipuladores y oportunistas como al PNV, por criticar y no dar ejemplo y silenciando su Josu Jon Imaz chupa bien de Petronor, por excelso y asesor. Y a Don Ramón, a Jáuregui, que no me venga con milongas, que vaya con el cuento a otro cuando nos cuenta que Felipe “nunca ha pensado en enriquecerse”, por filantrópico nada egoísta, por esencia y puro huevo. ¡Te quié iii ya, Ramón, ¿dónde las tomas?!
La historia puede que recuerde a algunos por sus deslices y apetencias terrenales, como charlatanes y embaucadores, como ebrios de poder y suculentas riquezas, donde la derecha y la teórica izquierda primigenia encontraron más que vihuelas.
Que los 200.000 y 126.000 euracos año, os alimenten, señores expresidentes, aunque para ello nos hayan subido por la cara, el gas, la luz o la vergüenza ante estos malos ejemplos.
Abolición de pensiones vitalicias ¡ya!, con más razón si te vas con buena ficha, al club de yuppies, a lo privado.
Y casi 700.000 afectados por la presente crisis tendrán que despedirse con amargura de ese gran capital de esos cuatrocientos y algo más de euros, porque hay que seguir apretándose el cinturón. ¡Qué hipócritas!