D. Fernando de Noronha: 2º capitán de la Ceuta portuguesa

Se ha escrito mucho sobre D. Pedro de Meneses, el primer capitán portugués de Ceuta que gobernó esta ciudad del Estrecho desde su conquista, en 1415, hasta su muerte, en 1437. Sin embargo, también es cierto que se ha prestado poca atención al hombre que le sucedió en el cargo, su yerno D. Fernando de Noronha. Es por ello que el presente artículo pretende presentar, en trazos manifiestamente generales, algunos datos biográficos relativos al segundo capitán titular de la Ceuta portuguesa.

D. Fernando de Noronha fue el tercer hijo de D. Alfonso, conde de Noroña y Gijón (bastardo de D. Enrique II de Castilla) y de Dª Isabel (bastarda de D. Fernando, rey de Portugal). No está clara la fecha de su nacimiento, pero se puede suponer que fue en torno al año 1400. De hecho, nos dice Jerónimo de Mascarenhas que, a pesar de su juventud, D. Fernando de Noronha participó en la conquista de Ceuta, “en q' dio singulares muestras de su esfuerco” (Historia de la Ciudad de Ceuta, Cap. 48). Gomes Eanes de Zurara, en su Crónica do Conde D. Pedro de Meneses, señala que transcurría el año 1418 cuando D. Fernando acompañó a su hermano D. João para socorrer aquella plaza, que entonces se encontraba cercada (Livro I, Cap. LXXIII). Con la muerte del hermano, que murió a causa de una herida recibida durante este asedio (Historia de la Ciudad de Ceuta, Cap. 33), D. Fernando pasó a ser el varón de mayor edad (a excepción de su primogénito, D. Pedro, que había seguido la carrera eclesiástica), por lo que fue necesario planear meticulosamente su casamiento.

A mediados de 1427 se concertó su matrimonio con Dª Beatriz de Meneses, hija y heredera de D. Pedro de Meneses y de su primera mujer, Dª Margarida de Miranda. D. Pedro de Meneses, a pesar de haberse casado cuatro veces, solo tuvo hijas legítimas, por lo que Dª Beatriz y su marido, D. Fernando de Noronha, heredaron no solo las propiedades y el título de condes de Vila Real, sino que también heredaron la capitanía de Ceuta. En efecto, el contrato de casamiento, confirmado por el rey D. João I en 1430 (A.N.T.T., Chancelaria de D. Afonso V, liv. 19, fl. 32), contenía una cláusula que obligaba a los herederos de esta unión a adoptar el apellido de Meneses y sus armas, con el fin de ser transmitido al capitán simbólico de este linaje (Zurara, Crónica do Conde D. Pedro de Meneses, Liv II, Cap. XXIV). Además, la ceremonia tuvo lugar en Ceuta, donde D. Fernando permaneció cerca de un año, regresando después al reino de Portugal.

En 1434, el título de conde de Vila Real pasó a pertenecer a D. Fernando de Noronha, “por merce del Rey Dom Duarte, com todas as rendas, e jurisdicções daquella Villa: foy feita esta merce a 7 de Setembro de 1434”, tal como refiere el genealogista António Caetano de Sousa en su Historia Genealogica da Casa Real Portuguesa (Tomo XI, Cap. III). Cabe señalar que este título catapultó a D. Fernando al seno de la nobleza, de manera que, durante el reinado de D. João I y de D. Duarte, los condes de Vila Real fueron los únicos miembros de la nobleza titulada que no eran familiares próximos de los monarcas, condición que bien refleja la importancia que los primeros reyes de la dinastía Avís atribuían a la capitanía de Ceuta. La acción de D. Fernando de Noronha también se destacó en el plano militar, aunque, como veremos, la coyuntura vivida durante su capitanía exigió una gran prudencia. De hecho, nos dice la Crónica do Conde D. Pedro de Meneses que, luego en 1428, D. Fernando de Noronha comandó una armada que derrotó, en la costa de Andalucía, a un grupo de corsarios que amenazaba la seguridad de Ceuta (Liv. II, Cap. VII) y que, en 1437, fue uno de los nobles que acompañaron a los infantes D. Fernando y D. Henrique en la tentativa de conquista de Tánger.

Fue en el transcurso de esta campaña militar cuando llegó la noticia del fallecimiento de D. Pedro de Meneses. De inmediato le sustituyó en la plaza su hijo, D. Duarte de Meneses, que asumió las funciones de capitán interino hasta que D. Fernando de Noronha pudo trasladarse a Ceuta, tal como nos dice Zurara en su Crónica do Conde D. Duarte de Meneses (Cap. XXXIII e XXIV). Después del desastre de Tánger, D. Fernando regresó al reino. Fue nombrado gobernador de Ceuta a través de la carta del 18 de octubre de 1437, tomando este gobierno de las manos de su cuñado D. Duarte de Meneses, a principios de 1438. De hecho, cronistas como Zurara o Rui de Pina indican que en Julio de 1438 D. Duarte de Meneses ya se encontraba en el reino, donde el rey D. Duarte lo convirtió en su alférez mayor, tal como lo había sido anteriormente su padre, D. Pedro de Meneses.

En cuanto a D. Fernando de Noronha, partió hacia Ceuta con instrucciones del monarca de suspender la guerra contra los moros y limitarse solo a acciones defensivas, a fin de que el infante D. Fernando no sufriese represalias (Historia de la Ciudad de Ceuta, Cap. 53). D. Fernando de Noronha no compartió la opinión del infante D. Pedro sobre la devolución de Ceuta a cambio del infante D. Fernando, que estaba cautivo en Fez. El hecho de que el capitán de Ceuta no estuviera de acuerdo con la entrega de la ciudad puso en graves problemas las negociaciones entre el regente D. Pedro y los embajadores del reino de Fez. Por esa razón, fue acordado que el gobernador de la casa del infante D. Henrique, D. Fernando de Castro, y su hijo, D. Álvaro, fueran a Ceuta, donde tomarían las llaves de la ciudad de manos de D. Fernando y las entregarían a los moros cuando el infante D. Fernando se encontrase en Arcila. Sin embargo, ese plan no se concretizó, ya que la flota en la que D. Fernando de Castro viajaba hacia la ciudad del Estrecho fue atacada frente al cabo de San Vicente por una armada genovesa, provocando su muerte (Rui de Pina, Chronica de El-Rei D. Afonso V, Vol. I, Cap. LIV). Por otra parte, D. Fernando de Noronha murió en Ceuta, a inicios del año 1445, después de capitanear la ciudad durante 8 años. António Caetano de Sousa lo recuerda en la Historia Genealogica da Casa Real Portuguesa como un “Varaõ excellente na paz, e na guerra, conseguindo immortal nome na guerra de Africa” (Tomo XI, Capítulo III).

Fernando Pessanha

Historiador

Traducción: Adela M. Sevilla