Quiero con estas líneas homenajear no solo a un gran profesional de la medicina, si no a un gran amigo.
Le conocí hace muchos años y provocó en mi una gran admiración, salvó la vida a la hija de un amigo que había sido atropellada por un vehículo destrozándole el bazo, pero no es el único caso en el que su maestría en la cirugía hizo milagros con multitud de pacientes entre los que me encuentro.
Como médico excelente, un ejemplo de maestría en su campo, la cirugía.
Pero lo que más admiré fue su humanidad, su calidad como amigo, siempre dispuesto a escuchar tus problemas y aportar ayuda y soluciones.
Ceuta ha perdido un gran profesional de la medicina y a una gran persona.
Descansa en paz buen amigo y mi sentimiento de dolor y ánimo para toda tu familia.