El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, aseguró ayer que las concertinas instaladas en la vallas fronterizas de Ceuta y Melilla son elementos de seguridad que tienen un efecto disuasorio y que provocan heridas leves a aquellos que intentan sobrepasarlas. Tras una visita con su homólogo italiano, Angelino Alfano, al centro de operaciones de la Guardia Civil, Fernández Díaz subrayó que las concertinas son una medida “no agresiva”, cuyo objetivo es impedir la entrada ilegal de inmigrantes a España y, por tanto, al corazón de la UE.
El máximo responsable de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado también confirmó que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tiene ya en su poder un informe sobre estos elementos de seguridad y que Interior está a la espera de conocer su valoración, aunque Fernández Díaz aseguró que el jefe del Ejecutivo conoce este asunto por su condición de ex ministro de Interior.
Preguntado por las declaraciones de Antonio Camacho, quien fuera secretario de Estado de Seguridad y también ministro del Interior durante el Gobierno socialista, quien ha afirmado que son “totalmente falsas” las informaciones publicadas que mantienen que en 2005, durante el primer Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, se reforzó la valla de Melilla con concertinas, Fernández Díaz no quiso polemizar. No obstante, insistió en que las concertinas se usan en los perímetros de las cárceles y en organismos internacionales, como es el caso del Banco Central Europeo o el Parlamento Europeo.
“Las vallas tanto en superficie como en altura que están instaladas en Ceuta no las ha inventado este Gobierno y con esto no estoy criticando a ningún Gobierno”, dejó claro el ministro, refiriéndose de forma velada a la anterior Administración socialista. Además, a juicio del titular de Interior, son más graves las consecuencias para un inmigrante de caer desde lo alto de una valla, unos siete u ocho metros, que el de intentar superar una concertina. “Esa es la realidad y, dicho esto, en la defensa de los derechos humanos nadie nos va a ganar”, añadió Fernández Díaz, antes de volver a reiterar que estos elementos están “estandarizados en su uso, son pasivos y no son agresivos”, al tiempo que tienen como finalidad impedir el negocio de las mafias de la inmigración irregular. Unas mafias que, según Fernández Díaz, están siguiendo “muy directamente” esta polémica, pues les interesa el resultado.
“Ellos no tienen escrúpulos. No piensan en derechos humanos sino en el negocio que tienen con personas que legítimamente se ven obligadas a buscar una mejor vida en otros países”, añadió el ministro de Interior en un intento de zanjar la polémica desatada tras la instalación de las concertinas.
Camacho niega que las instalase el PSOE
El diputado del PSOE Antonio Camacho replicó ayer que el anterior Ejecutivo socialista prohibió el uso de la concertina en las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla, donde, en ambos lugares, "ya estaba instalada" cuando los socialistas llegaron al Gobierno en 2004.
En un comunicado, Camacho, quien fue secretario de Estado de Seguridad y también ministro durante el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, tacha de "totalmente falsas" las informaciones publicadas que mantienen que Interior reforzó en 2005 las vallas con diversas medidas, entre ellas la colocación de concertinas e, incluso, de bayonetas en la prolongación de los postes de la estructura. "Las concertinas estaban ya instaladas cuando el PSOE llegó al Gobierno, en marzo de 2004, y fue ese Ejecutivo el que ordenó su retirada y prohibió su uso", sostiene Camacho.