El delegado del Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull, mantendrá hoy su primera reunión al más alto nivel en la capital de la Nación con una entrevista con el ministro de Educación, Cultura y Deportes, Iñigo Méndez de Vigo. Por supuesto, después de llevar varias semanas enfrascado en intentar encontrar soluciones al problema que se ha derivado de decisiones nefastas por parte del propio departamento ministerial y que han provocado el incendio dentro de la comunidad educativa, el titular de la Plaza de los Reyes buscará el apoyo de quien lleva también unas semanas nada más al frente del MInisterio, después de sustituir a José Ignacio Wert.
Desde luego, la situación no es nada fácil, porque el mes de junio ha sido pleno de medidas equivocadas como la supresión de algunos itinerarios en Bachillerato, sin ninguna concesión a la discusión con los miembros de la comunidad educativa; luego, el intento de incluir el lunes y el martes de Semana Santa como días de clase en el calendario escolar; la eliminación como directores de centros a profesionales de la enseñanza que cuentan con un respaldo importante dentro del sector educativo o situaciones más antiguas como el conflicto que se creó con los comedores escolares y sus becas el año pasado y que tuvo que ser solucionado por la Ciudad Autónoma poniendo dinero encima de la mesa a lo largo de varios meses.
El mismo Fernández Cucurull reconocía hace unos días que no había podido llegar a tiempo a solucionar el problema de los directores que no habían pasado el corte para continuar al frente de sus institutos, pero al menos si arreglo el caso del antiguo director que el nuevo equipo le quería nombrar secretario y que también había sido impugnado por la Dirección Provincial.
Nada fácilPor supuesto, no lo tendrá nada fácil porque el tiempo que queda para finalizar la legislatura es muy corto y tanto el propio delegado del Gobierno como el ministro acaban de aterrizar y el margen de maniobra es escaso, pero seguramente, el propio ministro Iñigo Méndez de Vigo busque alguna fórmula que permita al menos rebajar la tensión que se ha creado a lo largo de las últimas semanas en Ceuta.
Y tampoco se quedará sin abordar el papel que el director provincial del Ministerio, Cecilio Gómez, ha planteado a lo largo de todo este tiempo.