Director Félix Azón, que no nos maten por su mala gestión

Hemos leído la carta de presentación que nos ha dirigido  nuestro flamante director general,  Felix Azón. Una bonita carta en la que nos comenta anécdotas de los años que vivió con sus padres  en una Casa Cuartel de la Guardia Civil. Nadie como un hijo del Cuerpo sabe las necesidades que han pasado y seguimos pasando los guardias civiles y nadie como un juez sabe a los peligros y dificultades a las que nos enfrentamos los guardias civiles.

Esta semana dos compañeros que hacían servicio por la demarcación de la Línea de la Concepción fueron embestidos por un vehículo lanzadera conducido por un narcotraficante que era esperado por una motocicleta para darse a la fuga. Un atentado perfectamente organizado como los sufridos en el País Vasco en aquellos penosos años donde ETA y sus discípulos intentaban matar a guardias civiles. 

Los guardias civiles sabemos que nuestra profesión es arriesgada y asumimos el riesgo como parte de nuestra profesión, pero asumir el riesgo no significa que estemos dispuestos a perder la vida a manos de una gentuza que sólo busca ganar dinero sin importarle matar, acabar con la convivencia y crear un clima de inseguridad que perturba gravemente la vida de los ciudadanos del Campo de Gibraltar. Los guardias civiles estamos dispuestos a dar lo mejor de nosotros para que los ciudadanos y los niños del Campo de Gibraltar no se vean amedrentados ni sometidos ante esta calaña de malas personas que no duda en matar por ganar dinero. 

Este semana, como en otros sucesos anteriores, nuestro compañeros han salvado la vida gracias a que el todoterreno del Cuerpo estaba en un estado aceptable y tenía dispositivos de seguridad de calidad, porque los narcotraficantes embisten a nuestros compañeros con todoterrenos de última generación robados a ciudadanos de todo el país. Vehículos dotados de sistemas de seguridad que les permiten atentar contra nosotros con garantías de salir vivos y sin lesiones, además de tener la ventaja de saber cuándo será el impacto, cosa que nuestros compañeros se ven sorprendidos por los delincuentes. 

El jueves, solo dos días después de ser embestidos los dos compañeros, los guardias civiles de La Línea de la Concepción y San Roque se ven sorprendidos cuando vieron entrar en sus respectivos Puestos de la Guardia Civil tres vehículos Nissan Patrol, con casi dos décadas de antigüedad y miles de kilómetros. Fabricados en unos años en los que los dispositivos de seguridad ‘airbags’ eran un lujo que pocos españoles se permitían y muchos menos la Guardia Civil. Es decir, nos han mandado para luchar contra el narcotráfico chatarra que pone en peligro la vida de los guardias civiles y que han creado el desánimo y el desconcierto a todos los agentes y a sus familias.

Llevamos años pidiendo medios técnicos, investigaciones patrimoniales a narcotraficantes y sus testaferros. Llevamos años escuchando por la boca de los ministros del Interior y directores generales de la Guardia Civil y de la Policía que los delincuentes y, especialmente los narcotraficantes por el poder económico que tienen, van por delante de los Cuerpos de Seguridad del Estado y, a pesar de todo este conocimiento, mandan ustedes tres coches que penosamente pasarían una Inspección Técnica de Vehículos rigurosa. ¿Qué se pretende con tanta incompetencia?

Saben ustedes que los compañeros del Campo de Gibraltar son los encargados de cerrar la entrada de la droga a Europa, conocen  la excepcional peligrosidad de estas bandas del crimen organizado pero, a pesar de eso, siguen empeñados en mandar desechos de vehículos y materiales que nadie quiere, desechos que pueden ser los ataúdes de nuestros compañeros.

Decíamos que usted, como hijo del Cuerpo y como magistrado, sabe bien de nuestras dificultades, de la peligrosidad de estas bandas criminales y de la desmoralización que sufren los guardias civiles y sus familias cuando ven cómo se paga a los que se juegan la vida para luchar contra estos delincuentes peligrosos. No entra en nuestras cabezas que la respuesta a tanta dedicación y sacrificio se vea recompensado con tres vehículos más propios del Cuarto Milenio que de un Cuerpo de seguridad moderno. Sobre todo porque en los almacenes del Servicio de Automovilismo de la Dirección General y en la propia Comandancia disponen de vehículos modernos con sistemas de seguridad adecuados.

Por eso, señor director, nuestro director, le pedimos que ponga orden en tanta incompetencia, anime, dote de efectivos y medios a los guardias civiles para que vean recompensados sus esfuerzos y para que sus familias no se sientan solas y desentendidas ante tanta incompetencia institucional al ver semejantes vehículos. Mande guardias civiles y medios adecuados para luchar contra el CHAPAPOTE de Andalucía. Levante el ánimo de los guardias civiles y ciudadanos que ven cómo son desbordadas las Fuerzas de Seguridad. 

No deje que nos maten por la mala gestión de los responsables de la Dirección General.