Hoy es 21 de septiembre, día del cumpleaños de mi hijo Alejandro José. No es que yo quisiera ponerle ese nombre, que parece de culebrón, sino que su querida madre Pepi quiso que se le pusiera mi primer nombre José.
Fue concebido en un lugar muy lejano de nuestra Perla del Mediterráneo, en Castelldefels, un pequeño pueblecito catalán, cerca del aeropuerto del Prat de Barcelona. Allí tras unos días de despliegue militar fue pedido a la cigüeña.
Pasaron los meses y cuando le quedaban dos para cumplir, se inició el viaje en avión hacia nuestra querida isla en el África más civilizado, esa ciudad autónoma llamada Ceuta.
Allí fuistes a nacer en el antiguo Hospital que estaba junto el primario domicilio de tu querida madre: San Amaro.
Como era preceptivo por aquellos momentos, aunque estuvo ingresada durante dos semanas la primeriza mamá, Pepi, no pude venir para estar con ella hasta que me mandó un telegrama, pactado, que el remitente fue tu querido abuelito, Joselito.
Me empecé a mover ya que mi idea primaria fue coger un tren desde Barcelona a Algeciras, pero no había billetes, y tuve que optar por coger mi Renault 5 y a todo lo que daba el mismo (100 kilómetros a la hora) y plantarme cerca del puerto de Algeciras.
Estuviste esperando que papá José Domingo pudiera llegar de Barcelona hasta aquí y después de llegar naciste sobre las nueve y pico de la noche.
Primero llegaste tú y te pusieron en una cunita ante la atenta mirada de un primerizo y nervioso papá que solo preguntaba por mamá, ya que si se te hubiera ocurrido llorar o hacerte tus necesidades, hubieras estado apañado.
Tu madre estaba esperando que viniera a arreglar su ginecólogo, ya que eras muy grande y tuvieron que practicarle una cesárea vaginal. Eras muy hermoso. Pero aparecieron los primeros encontronazos.
La abuela quería estar junto a ti, y cuando cerraba la tienda a eso de las diez de la noche iba a San Amaro a curarte tu ombliguito y darte un buen baño. Quería que estuvieras como un príncipe.Y ahí no quedó la cosa, también pactó con tu abuelo Antonio para que fuera él tu padrino. Tu madrina fue tu tía Kiki.
Solo debo añadir que coger el coche tu abuelo era una heroicidad y lo hizo por ti. Bendito seas abuelito Tete y por qué no decirlo la impulsiva Encarna.Nos acompañaste en Barcelona, que por cierto tu madre fue acompañada por el abuelo Tete hasta la estacion de ferrocarril de Sant, donde te esperaba con mi flamante vehículo. Y estuvimos allí durante unos meses hasta irnos hacia el siguiente destino de San Sebastián, concretamente en Zarautz.
Fuiste nuestra gloria, y nos trajiste muchos regalos entre ellos el fuerte llorar que tenías que nos hizo por un lado tener buenos amigos, los vecinos solteros de abajo y muy especialmente a un hipnotizador de nenes como era el Tito Garay , que fue como lo bautizamos.
Era el único que podía dejarte sopa. Todo producto de los gases. Tuvimos que cambiarte un montón de veces de leche, hasta que dimos con la tuya, que por cierto había que ir a comprarla al centro de Barcelona. Las cajas que cabían en el pequeño maletero de mi utilitario era lo que portaba. Para evitar ir todos los días por tu leche nutritiva.
Y así llegaste a Ceuta donde llevas desde el año 1995 y aquí conociste a tu querida mujer Guadalupe. Feliz cumpleaños Alex y que cumplas muchos más. Un gran besito canijo.
MUY BONITO Y FELIZ CUMPLEAÑO