FECCOO buscará consenso por una movilización docente “continuada”

La Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras (FECCOO) de Ceuta anunció ayer que intentará reunir cuanto antes a la Comisión Permanente de la Junta de Personal Docente No Universitario para “restañar heridas” con FETE-UGT, principalmente, y CSI.F, sindicatos partidarios de celebrar las elecciones sindicales antes del descanso estival, y promover, por la senda de la “unidad sindical”, una estrategia de “movilización continuada” con el objetivo último de hacer virar en sus políticas al Ministerio de Wert tras los múltiples “agravios” hacia los maestros y profesores locales.

El máximo responsable de FECCOO en la ciudad autónoma, Antonio Palomo, descartó en rueda de prensa rodeado de sus colaboradores convocar una huelga del 1 al 10 de septiembre, jornadas no lectivas, para intentar “paralizar” el inicio el curso 2015-2016 y obligar a la Administración a “moverse” a pesar de que uno de cada tres consultados sobre tal postura de fuerza la hubiera secundado “sin dudas”. El comisionista agradeció y alabó el “ímprobo” trabajo desarrollado por la Federación que lidera para consultar al respecto a los 1.293 docentes locales sobre esa posibilidad de paro (“¿estarías de acuerdo en secundar una huelga durante los días 1 al 10 de septiembre de 2015?” fue la pregunta que se trasladó). Un total de 880 aceptaron contestar. 361 lo hicieron de forma afirmativa sin reparos, 491 con un no “matizado” y “con alternativas” y 28 de manera “indecisa”. “Nos satisface que un tercio del colectivo estuviese dispuesto a sacrificarse perdiendo una tercera parte de su salario mensual, pero con ese nivel de respaldo no nos parece procedente ‘sacrificar’ económicamente a esos docentes en una movilización que no tendría los resultados que buscamos”, argumentó Palomo, a cuyo sindicato algunos de los reacios a tan largo paro propusieron otras medidas de presión como “realizar concentraciones, encierros, no entregar las notas o negarse a participar en programas de innovación..”. Ello demuestra, desde su punto de vista, que la “frustración”, el “malestar” y el “descontento” que ya diagnosticó hace meses la Junta Docente entre maestros y profesores con la actitud de la Administración siguen siendo “generalizados” y “muy mayoritarios”. FECCOO también ha descartado totalmente optar, por profesionalidad y para no perjudicar a terceros como los estudiantes y sus familias, por desvincularse de la participación en programas de innovación y mejora docentes o por negarse a entregar las notas al alumnado. El resto de opciones (encierros, concentraciones, paros parciales...) siguen sobre una mesa en la que los comisionistas creen que hay que tomar decisiones conjuntas con FETE-UGT, ANPE y CSI.F. “Vamos a tender uno una sino las dos manos al resto de sindicatos para recuperar la unidad sindical, que no es una opción sino una obligación si no queremos perjudicar a los profesionales, al alumnado y a la Educación en general”, avanzó Palomo.

Las elecciones sindicales, motivo de choque

La celebración de elecciones sindicales docentes, motivo de alegría primero porque supuso la no desaparición de la Junta de Personal del sector educativo, tal y como había aprobado el Gobierno del PP, ha terminado convirtiéndose en motivo de confrontación, sobre todo entre las centrales mayoritarias. Palomo explicó ayer que la sintonía se quebró cuando FETE-UGT y CSI.F reclamaron convocar elecciones antes de verano y FECCOO y ANPE, que formalizaron antes su propuesta “de acuerdo con la Ley”, abogaron por hacerlo "a finales de octubre o principios de noviembre, cuando el curso está empezado, los interinos contratados, el censo será representativo y no coincidirá con los comicios políticos generales". "Este asunto”, defendió el comisionista ayer, “no debe mantener un desencuentro que afecte a los profesores, a los alumnos y a la Educación en general, por lo que haremos lo posible para consensuar un modelo y un calendario de movilizaciones continuadas" para responder a decisiones como la "imposición" del Calendario Escolar; el "recorte" de efectivos para apoyos y atención a la diversidad; el "aumento de la ratio hasta niveles insoportables"; el mantenimiento de los diez primeros días lectivos de baja sin sustituir; o el "caos" generado en servicios como los comedores o las becas.