Las
playas de Ceuta han vuelto a cerrarse para los bañistas, después de que unos pocos afortunados hayan podido disfrutar de ellas durante esta semana.
La decisión de la clausura fue anunciada este viernes debido al nuevo rebrote de casos positivos por coronavirus en nuestra ciudad. Este paso hacia atrás ha caído como un jarro de agua fría para los negocios que empezaban con la temporada más fuerte: la de verano. Hussain Omar, propietario del chiringuito la Ribera, razona que “si no viene la gente a la playa, bajan las contrataciones y la venta. Y además, cada uno tiene que ser responsable de uno mismo porque sino los que pagamos el pato somos nosotros”. El cierre ha afectado y, sobre todo, los clientes ahora tienen más miedo. Este viernes el chiringuito tenía la agenda de reservas completa y hubo quién decidió no ir y las mesas se quedaron vacías. Omar cuenta que “sí, hemos tenido muchas reservas pero ha habido más cancelaciones por el cierre de las playas”. Los trabajadores de la empresa Ceuta Kayak no ven con buenos ojos el cierre de las playas, pero son positivos a la hora de reinventarse. Alejandro Arana, director deportivo de Ceuta Kayak, dice que “el tema es complicado, pero hay que mirar el lado bueno de las cosas y es verdad que las playas están cerradas peor abiertas las actividades en el agua. Puede ser un trampolín para la gente que quiera salir de casa y no estar en aglomeraciones como en bares o suepermercados”. Además asegura que en el “océano abierto y en el mar no te puede pasar nada malo. Esto es medicina y es necesario”.
Van a seguir con sus actividades, pero en grupos reducidos y más especializados. Sí que será imposible este año seguir con el campamento infantil: “Nosotros hacemos campamentos con niños y va a ser impensable porque suelen venir 30 niños y no va a ser posible”. Sin embargo, a los trabajadores de limpieza y adaptación de las playas no les ha afectado el cierre. Chaib Abselam, responsable de grupo en Tragsa, cuenta que no les ha afectado el cierre de las playas porque “siempre las tenemos que limpiar, habiéndolas cerrado o si estuvieran abiertas”. Ellos siguen trabajando que, ahora con levante, tienen unas jornadas más difíciles porque el mar trae algas a la orilla. Por otro lado, los ceutíes que acostumbran a hacer deportes acuáticos y en el mar están contentos porque no les han prohibido hacer sus actividades. No les afecta directamente la clausura de las playas, no como a los bañistas que desde este sábado, hasta nuevo aviso, no van a poder acudir a las playas. Javier Parrado, deportista, cuenta que “a nosotros los que nos afectan son los bañistas, la gente que está en la arena no nos perjudica en nada. La clausura de las playas no nos ha afectado en nada”. Aunque dice tranquilo que “ya echaba mucho en falta el estar en el agua que no entendían el porqué no les dejaban salir a remar porque es un deporte individual y no hay riesgo de nada”. Este era el primer fin de semana de Fase 2 en el que los ceutíes iban a poder disfrutar de las playas, pero no va a ser así. El Gobierno ha decidido el cierre como medida de precaución. Todavía se permiten los paseos y la práctica deportiva, pero volverán a abrirse para cualquier actividad cuando se reduzcan los contagios tras el preocupante
rebrote por coronavirus.