Iván Chaves, entrenador UEFA Pro, que ejerce su labor en Perú, ha vuelto a Ceuta de vacaciones tras tres años sin hacerlo. Regresa y pasó por los micrófonos de
‘El Faro + Deportivo’ para hablar del fútbol peruano y de la actualidad en su vida deportiva.
Su vida en el país Sudamericano es muy activa prueba de ello es que “llevo 8 años en Perú, trabajando en la escuela de
fútbol, equipos de Primera y Segunda División, en la cantera de ‘Cantolao’ que es la principal del país, también dando charlas, seminarios y congresos para entrenadores de centroamérica y sudamérica. Vuelvo a Ceuta después de 3 años”.
"El fútbol en Perú se vive con mucha pasión e incluso cortan las clases, las calles y algunos trabajos"
Su nostalgia por Ceuta no hace cambiar lo que hizo hace 8 años, porque Iván Chaves se fue “a Perú por amor, me lié la manta a la cabeza y me marché allí. El fútbol no sabe donde te llevará, desde hace 2 años tengo la mentalidad puesta en ir a otros lugares”.
El fútbol de Perú y España son diferentes, pero Iván Chaves es uno de los pocos entrenadores que puede hablar de ello. “He pasado por diferentes facetas, la principal diferencia es la organización. En España hay más organización, allí es más todo más debajo. Allí lo que sí existe es el futbolista de la calle, que aquí se ha perdido”.
En cuanto a los equipos peruanos, el técnico deja claro que “el nivel de la Liga peruana es bajo, están intentando que vaya subiendo. La selección sí está subiendo de la mano de Ricardo Careca, hace falta que suba el nivel de la Liga y para ello hay que tener jugadores extranjeros”.
La pasión sudamericana también se plasma en los encuentros de la selección de Perú. “El fútbol se vive con mucha pasión, allí todos van camisetas de Perú. Se cortan las clases y dejan calles cortadas, e incluso los trabajos cercanos al estadio lo paralizan”.
"Ceuta es mi punto de salida y mi punto de llegada, pero el fútbol debe ser dónde me lleve"
El fútbol de España ha cambiado e Iván Chaves lo sigue de cerca, señala que “está sufriendo una crisis económica tras la marcha de Messi y Cristiano. Tardaremos un poco a ese nivel anterior, aunque la Liga española sigue siendo una de las más fuertes del Mundo. Cuando uno se hace entrenador deja de ser forofo, pero sigo siendo del Ceuta y del Cádiz”.
La diferencia entre Perú y España es clara e Iván Chaves cree que “son sociedades distintas, son mundos distintos. Cuando vas a otro sitio tienes que adaptarte a ese sitio. La gente es muy agradable pero hecho mucho de menos Ceuta”.
El futuro es una incógnita pero Chaves está viendo “la posibilidad de volver a España. Ceuta es mi punto de salida y mi punto de llegada, pero el fútbol no sabe donde te llevará. La gente tiene que ser valiente, por lo menos intentarlo y luego saldrá o no”.
En cuanto a su futuro más inmediato, sabe que su vida es el fútbol. “Sigo estudiando para aprender más. Me gustaría entrenar, me da igual la categoría. Soy feliz entrenando, así que me gustaría entrenar a cualquier equipo”.
Ofertas de trabajo en Bangladesh y Sri Lanka
Este entrenador no se está limitando a un país nada más y quiere seguir su aventura donde “me lleve el fútbol”. Hace dos años le surgió una oferta de trabajo en Bangladesh en Primera División pero la aparición del coronavirus impidió que se hiciera efectiva. Igualmente le llegó otra oferta para dirigir a un equipo en Sri Lanka, pero se paralizó igualmente por la aparición de la variante Delta.
El tercer libro está en marcha
Iván Chaves está ya para publicar el tercer libro en España, que en breve lo tendrá. En Ceuta presentó el segundo libro, donde se ha hecho una buena venta y la gente lo ha ido leyendo bien.
También ha editado libros en sudamérica que otras ediciones y todo ello para seguir formándose y formando nuevos entrenadores tanto en su país natal como en el de adopción.
Un ceutí de pura cepa
Iván Chaves no se cansa de hablar de su ciudad de toda la vida, Ceuta. A pesar de estar a muchos kilómetros de ella, no cabe duda que sigue de cerca todas las noticias de la ciudad caballa, tanto las deportivas como las locales.
Ahora, tras 3 años, ha llegado a ver a su familia y sus amigos y no puede dejar pasar la oportunidad de “tirar fotos por cada rincón de Ceuta”.