Familiares de presos en Marruecos piden que se les traslade a Ceuta

“Dice la esperanza: Un día la verás si bien esperas. Dice la desesperanza: sólo tu amargura es ella”. Estos versos son de uno de los poemas de Antonio Machado pero describen perfectamente la sensación de dos familias granadinas.

El pasado domingo saltaban las alarmas para las dos mujeres de dos presos en la cárcel de Tetuán. El Rey Mohamed VI de Marruecos concedió un indulto real extraordinario a un total de 5.654 presos que estaban en prisión y que saldrán a la calle en virtud de esta medida, que se tomó por la excepcionalidad de la crisis sanitaria del coronavirus.

Los detenidos beneficiarios de este indulto fueron seleccionados según criterios humanos y estrictamente objetivos, teniendo en cuenta parámetros como la edad, el estado de salud precario en el que se encuentran y la duración de su detención, así como la buena conducta, el buen comportamiento y la disciplina que han mostrado a lo largo de su encarcelamiento.

En la cárcel de Tetuán ya se escuchaban rumores de indultos desde antes del domingo. “El viernes cuando me llamó mi pareja me dijo que le habían dicho que iban a soltar a unos cuantos presos el lunes. Me comunicó que hablase con sus padres para que buscaran los informes médicos porque él tiene asma y se los mandásemos al consulado porque los indultos iban a ser para gente expuesta al virus y grupos de riesgo”, relató la novia de chico granadino de 24 años condenado a 20 meses por tráfico de hachís.

Por ello, la madre del joven “preguntó al consulado si era cierto y le dijeron que no tenían noticias oficiales de ello. Me imaginé que no iban a decir que sí para que se les echase la gente encima”, continuó la granadina.

Sin embargo, la mujer de otro granadino de 45 años preso en la cárcel de Tetuán por tráfico de hachís y condenado a 15 meses no conoció la noticia hasta el domingo “que la vi en El Faro y en televisión”, por lo que llamó corriendo al abogado para ver si su pareja tenía alguna posibilidad.

Según ellas, serían “unos veinte o veintitantos los que han soltado en Tetuán”, pero “todos marroquíes, ninguno es extranjero y mucho menos español, pero sí que han soltado a presos por penas de drogas por tráfico de pastillas”. Además, ambas coinciden en que esta medida “ha sido para quedar bien porque a la mayoría de los presos les quedaban muy pocos días para salir, osea, que no les han resuelto nada”.

No obstante, esta mínima esperanza les había dado fuerzas. “Se había hecho muchas ilusiones de que podía ser él porque no ha tenido ningún problema de mala conducta ni nada”, comentó la mujer del preso de 45 años.

“Cuando volví a hablar con él me dijo que no le iba a tocar, que no creían que fuese ningún español. De hecho, a un compañero suyo le quedaban 17 días para terminar su condena y tiene problemas de asma también y nada”, comentó desilusionada la pareja del chico de 24 años, que también tiene esa enfermedad. “Ayer, los padres volvieron a llamar al consulado y les han dicho que no se preocupen porque no hay ningún caso de coronavirus en Tetuán, cosa que es mentira porque ayer vi en el periódico que acababa de curarse el primer infectado. Él tiene asma y es grupo de riesgo, por eso tenemos miedo”, prosiguió.

En este sentido, ambas mujeres denunciaron que “5.600 presos no es nada porque en total en Marruecos puede haber unos 90.000, de los que más de 200 son españoles”, aunque entienden que sus parejas “quizás no entren dentro de la selección”. Pero, “por lo menos” piden que “los trasladen a Ceuta para que puedan tener mejores de condiciones de higiene y evitar que se contagien”.

La preocupación ahora para la mujer del granadino de 45 años es que “con todo esto están todos los juicios parados” y su pareja tenía esta semana el juicio de apelación, en el que “el abogado nos había dicho que se le podría reducir la condena a seis o siete meses”. También están preocupadas por su salud pues además de la falta de medicamentos, “están pasando hambre ya que solo les dan una ración y media de comida diaria”.

Ambas solo quieren que todo esto pase cuanto antes y poder verles de nuevo porque ahora tampoco pueden visitarles. “Aquí en España por lo menos les dan una tablet o un móvil para que hagan vídeo-llamadas con sus familias, pero llevo dos meses sin verlo y ahora no sé cuándo voy a poder hacerlo, lo mismo cumple la condena y viene él antes de lo que yo pueda ir”, concluyó la mujer del preso de 45 años con la que tiene tres hijos.