Una familia sin recursos y con menores, a punto de ser desahuciada

Una de las situaciones más duras a la que se puede enfrentar una madre es ser desahuciada junto a su tres hijas menores de edad, su madre y su hermano. La vida te lleva a situaciones insospechadas que son difíciles de asimilar. Eso le ocurre a Wafa Mohamed, una ceutí de 39 años que este miércoles tenía una orden de desalojo sobre una vivienda situada en el Poblado de Sanidad, en Ceuta. La casa se encuentra en terreno militar y hace unas semana recibió el aviso a nombre de su padre, quien ya no reside en el domicilio, porque quieren ‘recuperar’ el terreno. Esta situación le llega tras estar 15 años viviendo en esa casa, sin ingreso alguno y con menores a su cargo.

Esta mañana, los componentes del Cuerpo Nacional de Policía eran los primeros en llegar a la vivienda para transmitir a la familia la noticia. Unas personas que ya eran conocedoras de todo pero que no veían con buenos ojos el desalojo ya que no tienen donde vivir. Tras unos minutos, llegaron militares con la orden de desahucio y se comunicaron con ellos.

Tras una conversación en la que la familia ha intentado convencer para que le alargaran el plazo, los militares han cedido y han trasladado la orden de desalojo hasta dentro de 3 meses. Ahora la pelota está en el tejado de la familia, de nuevo, que ha pedido una y otra vez a Servicios Sociales una ayuda para salir de esta angustiosa situación pero solo les han propuesto el alquiler de una casa cuando no tienen ingreso alguno o ubicarlos en las naves del Tarajal.

La orden de desahucio llegó a nombre del padre de Wafa Mohamed, sin dar una solución alternativa, ya que querían recuperar el terreno tras 15 años viviendo. Una situación que no iba a ser nada fácil, ya que los protagonistas de esta historia tenían claro que no iban abandonar la casa sin una respuesta alternativa. “La orden llegó a través de los militares a nombre de mi padre, que no vive aquí, para que nos fuera de la casa. Qué hacemos mis hijas, mi madre y mi hermano que encima tiene una pulsera y no puede salir de la casa”, ha explicado a FaroTV.

La opción del traslado a las naves del Tarajal

Las opciones que les ofrece Servicios Sociales no les satisfacen. La de trasladar a la familia a las naves del Tarajal lo consideran inviable por varios motivos. Uno de ellos es que les da miedo tener a sus hijos menores con la presencia de desconocidos, y también porque están en la otra punta de los centros educativos -Manzanera y Abyla- lo que perjudicaría a su asistencia diaria a las aulas. Wafa ha insistido en que su familia no tiene ingreso alguno, lo que les perjudica poder alquilar una vivienda, que es la otra opción que les ha propuesto Servicios Sociales. “No tenemos ingreso alguno. Si lo tuviera nos hubiéramos ido hace tiempo, porque esto es una vergüenza, no es plato de buen gusto para nadie y menos que mis hijas tengan que estar pasando esto”.

Además de toda esta situación dantesca, la vivienda que les obligan a desalojar se encuentra en un estado deplorable. Humedades, boquetes y falta de espacio definen un hogar donde residen 6 personas. “La casa no está en las mejores condiciones: tengo goteras, boquete en el techo del salón, la parte de arriba de la cocina se me va a caer, humedades… está fatal”.

Este miércoles el desahucio se ha frenado solo por unos meses, esta familia pide una ayuda viable a Servicios Sociales, ya que de no tenerla en unas semanas se verán sin un techo donde acobijarse con tres hijas menores de edad y con una madre anciana a la que cuidar.

Servicios Sociales atendió a la madre

Por su parte, la Ciudad Autónoma indicó que, efectivamente, la madre acudió a Servicios Sociales el año pasado pero por un asunto diferente a este desahucio. Con posterioridad, en enero, volvió a dirigirse a la Consejería pidiendo ser atendida en el Programa de Alojamiento Alternativo.

El Gobierno autonómico asegura que los trabajadores de Servicios Sociales la atendieron además de explicarle tanto el funcionamiento de este recurso como del resto de prestaciones a las que tendría derecho. Se le recomendó que iniciara la búsqueda de una vivienda para que se le pudiera sufragar el alquiler, lo cual fue bien recibido por la afectada, como reconocen desde la Ciudad. Asimismo, se le aconsejó que los menores no estuviesen presentes en el momento del desahucio.