El Ministerio de Educación aprobó el año pasado, por primera vez, la propuesta del calendario escolar que contemplaba el final del Ramadán como día no lectivo, habilitado oficialmente como de libre disposición. Se saldaba así una demanda de algunas formaciones políticas y la FAMPA que se arrastraba durante años.
Sin embargo, la inexactitud del calendario musulmán para establecer una fecha oficial y la falta de previsión al contemplar el 4 de junio como festivo, ya que lo correcto en vistas del inicio del mes sagrado hubiese sido el 5 o el 6, va a dejar en la mayoría de los centros escolares de la ciudad un ‘macro puente’ que comenzará la jornada contemplada en el calendario del MEFP y se extenderá los días oficiales del fin de la festividad que, a falta de concretar aún, será o bien el miércoles 5 o el jueves 6.
Con el calendario cerrado hace un año, desde la Dirección Provincial de Educación del Ministerio se encuentran con las manos ‘atadas’ y sin instrumentos para remediar la pérdida de dos jornadas lectivas que se producen, precisamente en los cursos superiores, en pleno período de exámenes y para los alumnos de segundo de Bachillerato en su recta final previa a las pruebas de Selectividad.
La circunstancia presenta poca novedad a nivel educativo. Aunque sí lo es para el Eid-Al Fitr, la polémica aflora cada año con la fiesta de la Pascua del Sacrificio. Si bien, ambas festividades responden a la adaptación del calendario escolar a la realidad social y a la parálisis que viven las aulas, sea o no lectivo, el día que se celebra la fiesta, de poco o nada sirve habilitarlo si divergen la fecha habilitada por el Ministerio y la oficial del calendario musulmán, originando, si cabe, un problema superior, ya que deja un parón en las aulas durante más de una jornada.