Constanza Velasco Santamariña (Valladolid, 1924-Motril, 2023) ha fallecido a los 98 años este martes. La defunción de esta impulsora de la musicoterapia y viuda de Luciano Alcalá, dueño de la Papelería Imperial de Ceuta, ha dejado un hondo pesar entre sus familiares, amigos, compañeros de profesión y alumnos, además de un legado imborrable.
Su nieta, Alba Fernández, ha dedicado unas sentidas palabras a sus abuelos, quienes ya vuelven a estar juntos —Luciano Alcalá falleció a principios de 2022–. "Qué privilegio teneros a los dos al frente del timón de este barco. Abuelo, cuídala mucho (como has hecho toda la vida desde que os conocisteis), ya la tienes de
nuevo contigo. Desde arriba, seguid acompañándonos en todo. Te ha rezado todas las noches. Y ayer se fue feliz y tranquila porque sabía que iba a reunirse contigo", ha escrito directamente a su abuelo.
"Os quiero muchísimo y os seguiré contando mis cosas, porque sé que me acompañaréis en todas
ellas. Como siempre digo: los abuelos deberíais ser eternos", y concluye su homenaje con un "os quiero con toda mi alma y todo mi corazón.
Alba Fernández también se ha dirigido a su querida abuela. "Ahora nos toca recordarte como hacíamos con el 'abu', con vuestras ganas incansables de vivir y de disfrutar de todas cosas maravillosas que nos da la vida, sobre todo, de las reuniones familiares en las que nos sentíamos tan a gusto", ha compartido con sus seres queridos. "Abu', creo que no nos quedó nada por decirnos. Te has ido en paz, tranquila, rodeada de todos los que te queremos y, los que no han podido estar presencialmente, han estado de corazón".
Amante de la música, realizó estudios en el conservatorio y fue en Ceuta donde finalizó la carrera de piano y obtuvo la titulación de maestra. Desde muy joven, impartió clases en la Escuela Normal de Magisterio de Ceuta donde, entre otras asignaturas enseña Música, Labores y Caligrafía.
Contrajo matrimonio en 1954 con Luciano Alcalá, con quien tuvo ocho hijos, y concilió la docencia con su familia numerosa. "Gracias por la familia que habéis creado, por los valores que nos habéis inculcado. Ha sido increíble tener como abuela, sé que no habría podido tener una mejor", ha plasmado sus sentimientos en Facebook.
"Qué bonito ha sido vivir la vida a tu lado. Haber compartido tantas noches de charla hasta las tantas de la madrugada, hasta que el abuelo se levantaba a 'regañarnos' por trasnochar tanto. Hacer repostería contigo, cantar y bailar tus canciones. Verte emocionarte con los logros de todos y cada uno de nosotros. Y enseñarnos a afrontar los duros golpes que nos ha dado la vida con valentía y fortaleza", ha recordado Alba Fernández con cariño todos los momentos vividos a su lado.
Consiguió plaza de profesora titular universitaria en Sevilla, donde amplió su formación realizando estudios de Musicoterapia y Pedagogía Musical. En este periodo amplía su formación realizando estudios de Musicoterapia y Pedagogía Musical. Entra en contacto con el sistema Kodaly y viaja en dos ocasiones a Hungría para realizar cursos de perfeccionamiento en dicha metodología. Fruto de esta formación, nace el libro Iniciación a la Educación Musical.
Tras leer la tesis doctoral de Serafina Poch, titulada Musicoterapia para niños autistas y dirigida por el Dr. López Ibor, continúa su interés por esta disciplina y, durante su estancia en Sevilla, colabora con el Instituto Doctor Sacristán de Salud Mental y Psiquiatría impartiendo sesiones de dicha técnica terapéutica.
"La gente siempre te recordará: has sido una persona increíble, tu labor como profesora no ha dejado indiferente a nadie y, que en la guardería de mis niñas escuchase a una 'seño' cantar una de sus canciones, me lo demostró", reconoce su nieta públicamente a través de redes sociales. "Hace poquito la peque llegó cantando otra de tus canciones del cole y la piel se me erizó al oírla. Qué bonito lo que has conseguido abuela", ha añadido.
Regresa a Ceuta en el año 1982 y compagina su docencia en la Escuela Universitaria de Formación de Profesorado de EGB con la colaboración altruista de sesiones de Musicoterapia en la asociación pro-deficientes psíquicos de Ceuta (APROS).
En 1986, asiste en Valencia a un curso de formación musicoterapéutica dirigido por el doctor Rolando O. Benenzon, fundador de la Asociación Argentina de Musicoterapia, quien la anima a ir al III Congreso Mundial del Niño Aislado que presidiría en Buenos Aires al año siguiente. Y a él concurre Constanza en agosto de 1987 para perfeccionar sus conocimientos en la materia y aprender los beneficios que aporta la Musicoterapia en el autismo infantil.
Durante gran parte de su carrera profesional ha impartido cursos de formación en diversas ciudades españolas (Valladolid, Granada, Almería o San Sebastián de la Gomera), así como seminarios permanentes en el Centro de Profesores (CEP) y Escuelas de Verano en Ceuta.
Una vez jubilada (“por imperativo legal”) y sintiendo que todavía tenía mucho que ofrecer, sigue colaborando –nunca mejor dicho, “por amor al arte”– en el Colegio Santa María Micaela de Ceuta, impartiendo clases de música hasta el año 2014, y también dedicando parte de su tiempo a la actividad solidaria en la residencia de ancianos de Nazaret, en el comedor social de la Cruz Blanca y como catequista de su parroquia.
Ha escrito tres obras de teatro y ha publicado varios libros sobre música.
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