Apenas doce días hace que la barriada de
Hadú, en Ceuta, perdió a un ser querido. Una persona con historia y que
marcó un antes y un después en la zona gracias a su joyería ‘La Suiza’. En este caso, nos referimos a Antonio Ramírez, relojero y propietario de este establecimiento, el cual abrió en el año 1968. No fue de casualidad, sino que su pasión le viene de serie, ya que su padre también ejercía como relojero. Un oficio que ha pasado de generación en generación y que continúa su trascurso, ahora a los mandos de su hijo, quien lleva el mismo nombre que su progenitor.
Antonio, quien ha hablado para El Faro, comenta que su padre ya tenía una relojería en Larache, ciudad portuaria localizada en el noroeste de Marruecos. Allí aprendió y creció profesionalmente. “Cuando la situación comenzó a torcerse, él decidió venirse a la ciudad autónoma con una mano por delante y otra por detrás”, rememora su hijo. Desde finales de la década de los 60, ‘La Suiza’ abrió sus puertas en Ceuta y hasta el día de hoy continúa en activo para todos los caballas.
“Como empresario debo decir que ha sido una persona flexible y muy atenta”
Los comienzos no le fueron fáciles y arrancó su andadura en un
establecimiento pequeño, donde solo disponía de relojes. El tiempo se convirtió en su aliado y otorgó que los vecinos de la zona lo conocieran. Él, con su destreza comunicativa y amabilidad, se hizo con los clientes. Siempre, intentando cumplir con las expectativas con las que acudían a este lugar. “Como empresario debo decir que ha sido una persona flexible, atenta con los usuarios, así como con su familia”, matiza Ramírez, quien ha trabajado codo con codo junto a él y del que ha obtenido las mejores lecciones.
Más de 50 años da para vivir situaciones de ensueño y otras algo complicadas, donde la prosperidad se esfuma en cuestión de tiempo. Antonio Ramírez supo enfrentarse a ello. “No bajó la guardia y trabajó duro para levantar su negocio”. En la actualidad, brilla de esa calidad gracias a que se ha adaptado a los tiempos. “Él ha visto a generaciones crecer y con las que ha creado estrechos y bonitos vínculos”, precisa. Amistades que han perdurado hasta su muerte, pero que continúan en la mente de los que aún siguen con vida. Por ‘La Suiza’, “creo que ha entrado todo el barrio; lo conocían muchas personas”.
Pionero en Hadú
El presidente de la Asociación de Vecinos de San José-Hadú, Hamido Mohamed 'Frugui', conoció a Ramírez recién llegado a la ciudad desde Larache tras el fin del Protectorado español en Marruecos, cuando se instaló en la barriada, donde compró el local que sigue ocupando su negocio y la vivienda superior, enfrente del antiguo Cine Astoria y al lado del 'Cafetín de Laarbi' que funcionaba entonces.
“Era muy educado y correcto y siempre estaba saludando, generando conversación con amigos como Ramón Barrientos y dando buenos consejos a los jóvenes que pululaban por el entorno para que estudiasen”, recuerda Mohamed, que sitúa a Ramírez y 'La Suiza' como uno de sus pocos establecimientos que siguen abiertos desde la época dorada de Hadú, un grupo en el que también están o se han contado hasta hace poco la Ferretería Corbacho, el estanco de Miguel, Motos Carrasco o la tienda de fotografía de Pepe Gallardo, así como la farmacia de Puya o el bar 'La Perla' de Rafaelito.
“Se jubiló hace unos años y se trasladó al centro, donde me lo solía encontrar tomando un café en la plaza de Correos”, rememora Mohamed, que pone de relieve el “hondo sentimiento de pérdida” que ha dejado en su barriada el fallecimiento de Ramírez, que tiene dos hijos, uno de ellos residente en Canarias que volvió a la ciudad autónoma durante los últimos meses para atender a sus padres.
'La Suiza' siempre ha sido “un negocio muy conocido por la gente tanto de Ceuta como de Marruecos y muy apreciado por el trato de Antonio Ramírez padre, primero, y ahora su hijo, por las facilidades que daba para hacer las compras, etcétera”.La joven dijo que Francisco se encontraba en un dilema ante la peligrosa oferta. “No sabía que responder, (se preguntaba) si haría bien o mal, quería estudiar y que su madre dejara de trabajar para recuperarse”.
Adaptándose a los nuevos tiempos y tecnologías
‘La Suiza’, joyería situada en la barriada de Hadú, sigue a la vanguardia, innovando y adaptándose a los nuevos tiempos. “Tenemos que estar preparados para todo lo que nos llegue”, dice Antonio Ramírez. Más de 50 años de cara al público y “lo que nos queda”. Este espacio se ha convertido en todo un referente, siendo de los supervivientes que aún perdura en la actualida de la ciudad autónoma. Ramírez sigue la estela de su padre. “No tiro la toalla”. En estos años, él ha sido testigos de los cambios que ha dado el establecimiento, agrandando sus dimensiones y ampliando el catálogo de productos. “Siempre tenemos que estar en el lado de los clientes. No les podemos fallas”.