Los traficantes de drogas buscan las mil maneras de engañar. En zonas fronterizas esa picaresca aumenta. Lo hemos visto en el Tarajal, en Ceuta, en el puerto… y ahora también en Tánger-Med.
Allí se ha llevado a cabo una operación de vigilancia fronteriza, en la que participaron los servicios de Seguridad Nacional y Aduanas en el puerto marroquí. El suceso se produjo en la tarde del jueves 24 de octubre, cuando se frustró un intento de contrabando de 209.000 pastillas de éxtasis a bordo de un vehículo con matrícula extranjera que procedía de Bélgica.
Una fuente de seguridad le dijo a Radio Tetuán que estos envíos de drogas de éxtasis se habían ocultado cuidadosamente en cajas destinadas a la comida para gatos, en un intento de engañar a los controles de seguridad en los pasos fronterizos.
No era comida sino pastillas de droga ocultas de esta forma
La misma fuente agregó que la Oficina Provincial de Policía Judicial de Tánger sometió al conductor del vehículo, un ciudadano marroquí con nacionalidad belga, a una investigación judicial bajo la supervisión de la Fiscalía competente, con el fin de revelar todas las circunstancias y detalles de este caso y rastrear todas sus posibles extensiones y conexiones con redes de narcotráfico y tráfico de drogas.
Las bolsas estaban preparadas para pasar el corte, supuestamente es lo que pensaban que iba a suceder, pero no fue así. Los pasadores se toparon con el control policial que desbarató cualquier idea de que llegara a buen puerto.
Ahora esa falsa comida para gatos queda intervenida porque en el fondo eran pastillas de droga que iban a llegar al destino pretendido por su pasador. No se ha conseguido burlar ese control a pie de puerto, que se sustenta en registros a los vehículos que buscan pasar al otro lado al objeto de dar con hallazgos como este.