El marroquí que agredió sexualmente a una mujer en el entorno de la frontera del Tarajal el pasado lunes fue condenado ayer a un año y un mes de prisión, después de que asumiera los hechos durante su declaración en sede judicial. Dicha pena (un año por agresión sexual y un mes por falta) fue sustituida por su expulsión del país durante
10 años. Así las cosas, el llamado E.I. no podrá entrar en territorio español durante este periodo ya que, de hacerlo, tendrá que cumplir la pena de cárcel más la que se le añada por un quebrantamiento de esa orden de expulsión.
Con esta resolución judicial se cierra este episodio en el que la colaboración ciudadana fue clave para conseguir que la Policía Nacional de fronteras detuviera al agresor. Tal y como se contó en la edición de ayer, la Policía actuó a requerimiento de varios ciudadanos que tenían retenido a este agresor, después de que hubiera agarrado del pelo a una mujer y roto su blusa porque quería agredirla sexualmente. Los agentes pudieron detener a este marroquí no sin emplearse con contundencia ya que intentó resistirse en varias ocasiones. De hecho tuvo que ser atendido al presentar una herida en la cabeza. Al parecer el agresor conocía a la mujer de antes y quiso propasarse con ella hasta el punto de hacer uso de la violencia en un espacio público, a la vista de todos los presentes, que no llegó a más gracias a la acción ciudadana.