Hamed Abderrahman Ahmed, conocido como el 'talibán español', ha negado en el juicio que tras salir de la base estadounidense de Guantánamo liderara
una célula yihadista desarticulada en 2016 en Ceuta que captaba a menores de edad para que se unieran al Dáesh y ha manifestado su rechazo al terrorismo. La Audiencia Nacional ha dejado este jueves visto para sentencia el juicio de Hamed Abderrahman Ahmed y de otros dos presuntos miembros de la célula yihadista desmantelada en el barrio del Príncipe de Ceuta, Morad Duas Mohamed y Hamsa Lachayi Abdeslam. La fiscal ha mantenido en la vista su petición de doce años de prisión para cada uno de ellos por integración en organización terrorista y de forma alternativa de nueve por adoctrinamiento, así como a diez años de libertad vigilada, y la acusación ejercida por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) se ha sumado a la solicitud de una sentencia condenatoria. Además la fiscal ha reclamado otros cuatro años de cárcel para Hamsa Lachayi por tráfico de drogas, ya que cuando fue detenido se le intervinieron 18 kilos de cannabis, y otros dos para Morad Duas por el robo de dos motos.
Los acusados han negado que formaran una célula yihadista y han rechazado el terrorismo y los dos últimos han negado que hubieran cometido los delitos de tráfico de drogas y de robo que se les imputa respectivamente. Según explica la Fiscalía en sus conclusiones, Abderrahman recibió entrenamiento en tácticas de combate en 2001 en Afganistán y mantuvo reuniones con los otros acusados en la "tienda del Guantanamero", como denominaban al local que regentaba en el barrio del Príncipe de Ceuta por su estancia en la base estadounidense de Guantánamo y donde captaban a los menores. Durante su declaración en el juicio Abderrahman ha negado que hubiera realizado dichas actividades en Afganistán y ha asegurado que viajó a este país para participar en un seminario de estudio del Corán y que estando allí se cometieron los atentados del 11-S en las Torres Gemelas de Nueva York (Estados Unidos) por lo que ante el temor de ataques de Estados Unidos se fue a Pakistán. Posteriormente "los militares pakistaníes nos vendieron a los americanos" y por eso "estuve en Guantánamo dos años desde 2002", ha añadido. Ha recordado que salió de Guantánamo al ser extraditado a España, donde el Tribunal Supremo le absolvió en 2006 de integrar Al Qaeda con lo que se libró de la pena de seis años de cárcel que le había impuesto por terrorismo la Audiencia Nacional y quedó en libertad pero ese mismo año fue detenido por la causa por la que ha sido juzgado ahora. También ha negado que su establecimiento se llamara la "tienda del Guantanamero" y ha apostillado: "Lo llamará así la Policía". Y ha añadido que se trataba de una tienda de alimentación y de chucherías y que por eso entraban y salían niños. "Estoy rotundamente en contra de los actos de terrorismo", ha concluido diciendo Abderrahman. Sin embargo la fiscal ha mantenido que Abderrahman "guardaba como un tesoro recortes de prensa en el que se reconocía como el talibán y asumía con orgullo que su tienda se llamara la del Guantanamero". La fiscal ha añadido que en las vigilancias realizadas en la tienda por los investigadores se comprobó que el periodo de tiempo que los menores permanecían en su interior excedía del normal para comprar unas "chuches". El abogado de la AVT ha destacado que entre los vídeos intervenidos a los acusados figura uno en el que uno de los niños decapita a un oso de peluche al modo de los terroristas del Estado Islámico. Los letrados defensores han pedido la absolución de todos los acusados al estimar que no se han probado las acusaciones contra ellos.