Expectativa contra la realidad. Eso es lo que le ha sucedido a la Ciudad con las
indemnizaciones anunciadas a los comerciantes de la Gran Vía. La expectativa de ocupar los 500.000 euros del Fondo de Contingencia para apoyar a estos empresarios, cuyas ganancias se han visto mermadas por las obras que se están ejecutando en la avenida Sánchez-Prado, se han visto paralizadas por una realidad que es la Unión Europea y su normativa jurídica.
Después de pensar que este fondo era el más adecuado para solventar estos apoyos, la Ciudad se ha dado de bruces con lo que dice Europa, que le recuerda que Ceuta no está considerada una región ultraperiférica y que las ayudas no pueden ser para el funcionamiento, sino para la puesta en marcha de determinados proyectos. En traducción, que no pueden usar este dinero para la consecuencia de estas obras.
Tal y como reconoció el portavoz del Gobierno de la Ciudad, la voluntad política es una y la realidad es otra. Mientras tanto, dicen que no han tirado la toalla y que buscarán otras alternativas jurídicas para poder paliar económicamente las mermas que están sufriendo estos comerciantes en sus ingresos.
No se puede decir que no lo han intentado y que la idea no era buena, ya que como su propio nombre indica, los fondos de contingencia se usan para este tipo de situaciones inesperadas y que afectan a un colectivo de la ciudadanía.
Pese a ello, la propuesta ha sido rechazada y ahora toda seguir buscando la manera de que estos comerciantes no se vayan a la ruina por las obras acometidas junto a sus negocios. Habrá que tener más paciencia.