La comunidad de ciudadanos nacionales de Yemen, en guerra desde hace más de seis años, se ha convertido con 19 integrantes en la cuarta mayoritaria en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta, que actualmente alberga a 303 personas, por lo que se encuentra ocupado sólo un 60% de su capacidad máxima operativa, fijada en 512 plazas tras su última ampliación.
Tras siete años de conflicto armado, la violencia ha arrasado con Yemen, que ya era el país más pobre del mundo árabe. Miles de niños han resultado heridos o han muerto y más de 11 millones de pequeños en el país dependan de la ayuda de organizaciones como Save the Children para sobrevivir. Esta crisis ha llevado al país a una situación “totalmente catastrófica”, con puertos y aeropuertos en ruinas, hospitales bombardeados y centros sanitarios colapsados, falta de alimentos, medicinas y artículos de primera necesidad.
Según las fuentes consultadas por 'El Faro', actualmente en el equipamiento se acoge a “alrededor de 250” migrantes de origen subsahariano, más de 200 procedentes de Guinea Conakry (141), Sudán (58) y Camerún (23), así como exiliados de Costa de Marfil, Eritrea, Ghana, Guinea Bissau, Sierra Leona y República Centroafricana, entre otros países.
El equipamiento dependiente del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones únicamente atiende en el CETI de la ciudad autónoma a media docena de ciudadanos argelinos y al doble de nacionales marroquíes, entre ellos una mujer.
Con la frontera del Tarajal cerrada desde marzo de 2020, la Administración General del Estado aceptó tras la crisis migratoria de mayo del año pasado dar cabida en esa infraestructura a los menores no acompañados del Reino alauita que cumplían los 18 para evitar que se quedasen en situación de calle, pero la tramitación acelerada de su traslado a la península como solicitantes de protección internacional admitida a trámite de manera efectiva o por silencio institucional ha ido acompañada de un criterio más restrictivo de acogimiento para los súbditos del país vecino.
Actualmente el Gobierno de Ceuta que preside Juan Vivas (PP) mantiene acogidos en naves de los polígonos del Tarajal acondicionadas como albergue de emergencia junto a la frontera a un total de 128 personas, entre ellas 111 marroquíes.
La “desescalada” de esos recursos planificada por el Ejecutivo regional prevé su cierre antes de finales de marzo confiando en que los extranjeros podrán cruzar el estrecho como demandantes de asilo o ser expulsados antes, pero la Delegación local del Ejecutivo central no ha confirmado ni que vaya a hacerlo ni que el resto puedan tener cabida en el CETI.
“El centro siempre ha priorizado y seguirá haciéndolo a perfiles vulnerables por encima de cualquier otro factor, en coherencia con los criterios marcados por la Directiva de Acogida”, señaló en declaraciones a este periódico el ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, a finales de enero. Desde su punto de vista “mantener ocupaciones bajas como la actual es de por sí una declaración de intenciones en sí misma: creemos en la inclusión de estas personas y esta inclusión comienza en su lugar habitacional”.