La magistrada del
Juzgado de lo Penal número 1 ha dejado visto para sentencia el juicio seguido contra N.M.A., exfutbolista de la
AD Ceuta, por
delito de homicidio por imprudencia grave, después de que en abril de 2018 protagonizara
un accidente que acabó con el fallecimiento de una mujer debido a las lesiones sufridas.
Ocurrió el 2 de abril en la avenida Teniente Coronel Gautier. La fallecida fue desplazada 16 metros por la fuerza del vehículo que iba a excesiva velocidad y el acusado fue interceptado por las fuerzas de seguridad siendo necesario el empleo de una grúa para retirar la furgoneta que conducía y que quedó empotrada contra un establecimiento. Se enfrenta a una petición de 2 años de cárcel, que es lo que pide la fiscal, o de 4, solicitada por la Acusación Particular. En la vista que ha tenido lugar este jueves figura como acusado también el dueño del vehículo, M.A, pero como responsable civil subsidiario.
El exfutbolista acusado ha dicho que “más dolorido que yo no hay nadie”, reconociendo los hechos ocurridos aquella mañana. Iba a una velocidad superior a la vía e hizo una maniobra no permitida. El fin de semana anterior había consumido drogas pero no ha quedado acreditado que esto afectara a su conducción. N.M.A. solo ha respondido a las preguntas de la Fiscalía para básicamente reconocer estas claves.
Declaración de los testigos de los hechos
Una mujer que estaba en el lugar de los hechos ha prestado declaración para recordar lo sucedido. Vio el golpe que terminó con la vida de María Antonia. Ha asegurado que le llamó la atención que el acusado aceleró bruscamente. “Di dos pasos y oí el golpetazo fuerte”, ha declarado. Fue una maniobra rápida lo que vendría a significar la velocidad a la que conducía el acusado. La furgoneta atravesó dos carriles hasta que, metiéndose en la acera contraria, se empotró contra una tienda. Otra testigo del accidente que circulaba con su coche por Hadú ha corroborado que el acusado atropelló a la víctima tras salir de un callejón adyacente, a gran velocidad cruzó los dos carriles, llegando a chocar de hecho con esta conductora. Escuchó un gran acelerón que “me llamó la atención”, significativo de esa velocidad. “Fue muy rápido”, ha dicho. Otra mujer ha detallado, en la misma línea que los demás testigos, recordando cómo el acusado cruzó ambos carriles llevándose por delante a la víctima. “Me quedé impactada, ella estaba debajo, atendimos a la víctima y llamamos a la ambulancia”, ha verificado, mostrándose consternada por lo que vivió aquel día, algo que no puede olvidar. El dueño de la furgoneta vespa también ha prestado declaración para reconocer que le había dejado el vehículo al acusado. Ha indicado que al estar aparcado en una cuesta, hay que acelerar un poco más que como se hace con otros para conseguir que suba la pendiente. En el acto de juicio oral han declarado dos policías locales. Uno de los agentes mantuvo una conversación con el acusado in situ, quien le manifestó que estaba mareado aunque en ese momento desconocía que era el conductor del vehículo porque no se identificó como tal. Ya había ocurrido el accidente pero no estaba detenido.
Informes y conclusiones de las partes
El Ministerio Fiscal ha solicitado la condena del acusado al quedar acreditados los hechos, existiendo una imprudencia grave con resultado de muerte. Considera que quebrantó las normas mínimas de seguridad por lo que reclama una condena. Pide una pena de 2 años de prisión. Para la Acusación Particular está probado que hubo imprudencia grave producto de la infracción del código de circulación. Varios testigos han confirmado la velocidad del vehículo, ya que incluso el estruendo de la aceleración llamó la atención a los presentes. Saliendo del callejón del que salía debió adoptar una precaución que no existió, habiendo solo una vía permitida de conducción que no fue la que eligió ya que atravesó vías continuas contrarias y llegó a arrastrar un macetero de 90 kilos de peso que terminó empotrando contra una tienda, reflejo de la velocidad que tomó. De igual forma arrastró a la víctima que murió días después en el hospital. El letrado Javier Izquierdo que representa los intereses de la familia de la fallecida ha dejado claro que existe un paso de cebra por donde considera que pasaba la víctima cuando la atropellaron. Ha solicitado una pena de prisión de 4 años acorde a las imprudencias cometidas que se saldaron con una muerte que pudo haberse evitado. Además ha recalcado que se opone a la suspensión de la condena por expreso deseo de la familia. El abogado que representa a la compañía de seguros ha indicado que no está determinado que la víctima cruzara por un paso de peatones. Las indemnizaciones han sido ya consignadas para que fueran cobradas por los perjudicados por lo que considera que no ha habido morosidad por parte de las compañías. Por último, la letrada Fátima Hamed, que representa al exfutbolista acusado, ha indicado que su patrocinado reconoció los hechos desde el principio. Ese día negro de 2018, cuando tenía 23 años, cambió su vida. Era futbolista y tras aquel accidente todo se truncó. Hamed ha indicado que su cliente siempre reconoció lo ocurrido, pidiendo que se aplique la pena mínima o la pedida por Fiscalía, 2 años. Ha indicado que no queda claro dónde se produjo el siniestro y que las testificales han sido confusas. En su derecho a la última palabra el acusado ha dicho que lleva 4 años destrozado, pasándolo muy mal por lo que pide perdón a la familia. “Ojalá hubiera muerto yo”, ha indicado.