La posible derogación de la ‘ley mordaza’, con la inclusión en la misma de las devoluciones en caliente, ha derivado al debate que, en el fondo, me esperaba. El de la seguridad de todo un pueblo y el de la defensa de la Guardia Civil. Son los dos pilares sobre los que se está moviendo la postura del PP y de los distintos cargos mantenidos por el partido. Derogar las devoluciones en caliente supondrá poner en riesgo la vida de los guardias civiles, nos dicen. De nuevo el PP vuelve a aprovecharse de la Benemérita para sus intereses partidistas, defendiendo unas conclusiones que, si fueran sinceros, reconocerían como falsas.
Hablan de poner en riesgo las vidas de los guardias civiles. ¿Acaso no las han puesto en riesgo poniendo a vigilar a solo seis agentes el perímetro porque ustedes consideraban que debía hacerse así? Porque esto ha ocurrido hace solo un mes, dejando para la vigilancia de la valla, con aviso de entradas, a seis componentes de la Comandancia porque ustedes, el PP, consideraban que los GRS debían estar en la playa, ordenando las filas que ahora ‘endosan’ a la vigilancia privada. Y eso no pasó un día. Sucedió en varias ocasiones, con las devoluciones en caliente permitidas y amparadas por una ley ya denunciada ante otras instancias.
Que el PP se aferre a la vigencia de las leyes que ellos gestan es congruente, pero que utilicen estas excusas para mantenerlas no deja de ser una postura bastante hipócrita. Demasiado.
Seguimos hablando de mafias, seguimos vendiendo una situación fronteriza conforme se ajuste a la realidad política que cada uno quiere defender aunque ésta sea bien distinta. Se quieren aferrar a una ley inhumana sosteniendo el mensaje del miedo, alertando de que esto incidirá en la calidad de vida de los ceutíes. Hombre, si hablamos de calidad, podríamos empezar a enumerar las gestiones emprendidas por el Gobierno de España en Ceuta para mejorar nuestra calidad en los dos últimos años. ¿Tienen que ver los inmigrantes con lo que pasa en la frontera, en los polígonos, con la incidencia en la vida de los ceutíes, en la clase empresarial, en las personas dedicadas al porteo? Creo que más bien poco, como la ley tan cuestionada. Hagan política, pero no toquen ni se apropien de instituciones como la Guardia Civil o la defensa a sus agentes a los que, por cierto, han gustado de arrebatar derechos históricamente. Todavía lo hacen, porque gustan de mantener esa amenaza militarista sobre sus componentes.