Los acontecimientos en nuestro tiempo tardan poco en hacerse presentes. Cada vez hay más actores principales y más motivos para presentarse en escena - la del mundo - las obras de autores que no siempre son bien conocidos pero que, con cierta habilidad, buscan fortuna en el inmenso campo del futuro. Tienen prisa esos autores porque sus vidas - las de cualquier ser humano - son siempre más cortas que las de sus ambiciones; cuando no se trata de piratería en la mar lo es el de dominar las fuentes de energía, las comunicaciones, las economías de cada país, la subversión, las luchas por el poder utilizando medios más o menos violentos, la creación de grupos de naciones que se unen para ejercer influencia en las decisiones a tomar en organismos internacionales y cualquier otra posibilidad que pueda surgir .
Ese es el ambiente general, que no es suficientemente conocido por la totalidad de la población pero que presiona a todos por igual, lo que requiere un sistema de defensa y de respuesta adecuados para poder subsistir y estar presentes, como país, en el futuro; en ese futuro que avanza a una velocidad muy alta.
La dinámica de respuesta debe ser acorde a la de presentación de los acontecimientos, tan ágil como lo demanda la gran variedad de elementos de acción que han hecho acto de presencia y los que se suponen, o que se temen, que puedan llegar a aparecer por aquellos sectores que nos sean más extraños.
España - nuestra Nación., con toda su Historia y características de todo orden - forma parte de un región geográfica que es Europa. No podemos ignorar ese hecho y sería un gran disparate tratar de hacer frente en solitario, lejos del sentir de Europa, a cuanto hay que atender para subsistir como Nación libre en este mundo actual y en el que va asomando por la puerta del futuro.
Es urgente esa labor de unión y esa necesidad de rapidez obliga a que no se pierda tiempo ni energías de todo tipo en cuestiones de poca importancia. Se debe actuar de acuerdo con la imperiosa necesidad de lograr una Europa unida y fuerte para atender a un objetivo común, con el esfuerzo de todos los países que constituyen esa unión.
No se debe tener miedo a la pérdida de singularidades, pues cada día es mayor la influencia de las de unos sobre las de otros. por medio de las corrientes de opinión, las modas, las formas de vida como consecuencia de la educación y de la cultura. Lo que importa es poder aportar calidad en lo que se tiene; hay que esforzarse en ello y procurar recibir lo mejor de los demás.
Estos sustos que - sobre el estado de la economía - nos estamos llevando por lo que ocurre en Grecia, en Hungría y en nuestro propio país, nos están haciendo ver que es necesaria una completa unión y una misma dirección. Ahora es la Economía, pero no es la única función, vital para Europa, que necesita urgente unión de esfuerzos para toda cuanta amenaza existe.
Hoy hay una noticia sorprendente: “Defensa planea vender barcos de la Armada por falta de fondos”. Ante ello cabe preguntarse si quedan cubiertas las necesidades de defensa de nuestra Nación y nuestras obligaciones para con Europa.
¡ Cuánto nos gustaría que se nos hablara seriamente de esto, por los organismos responsables de todos estos asuntos!