El choteo de las motos de agua y de las phantom dedicadas al tráfico de
inmigrantes, que llegaron a poner en evidencia la seguridad aplicada por España y
Marruecos sobre los espigones fronterizos que separan Ceuta del vecino país, llegó a su límite el 16 de julio.
Ese domingo, día del Carmen, no solo hubo robo de embarcaciones en pleno
puerto deportivo sino intentos de pase que terminaron con persecución incluida
en la zona de Beliones y el arresto de dos contrabandistas ceutíes.
Diez días después la respuesta de ambos países no ha podido ser más radical al igual que sus resultados. Marruecos ha reforzado incluso la presencia de la Gendarmería en las inmediaciones de la bahía norte y sur empleando varias embarcaciones que están casi de manera permanente en el agua. Incluso llegan a hacer allí el relevo.
Frente al centro de salud del Tarajal, a distancia, se encontraba este mismo martes una de esas embarcaciones fijas. La presencia se ha ordenado que sea siempre así haciendo desplazamientos de lado a lado. A ese refuerzo se le ha sumado
las colocaciones de concertinas en todos los arenales de las playas más próximas
a la frontera hasta el punto de hacer sus arenales irreconocibles.
Las imágenes recogidas en vídeos caseros ese 16 de julio en Beliones, distribuidos además de forma masiva a través de redes sociales, dejaron en evidencia a unos agentes que incluso tenían que hacer frente a los pasadores de inmigrantes usando los remos como palos. Una hilera de motos los correteaban hasta que al final se pudo detener a dos jóvenes que están esperando juicio en la
cárcel de Tetuán.
Solo 24 horas después, el desembarco de 18 GRS escenificaba la puesta en marcha en Ceuta de una operación contra este tráfico de personas que además fue publicitada por la
Delegación del Gobierno para dar un mensaje directo a la ciudadanía: algo había que hacer para evitar la misma situación de hace 20 años, cuando se tuvo que activar la Operación Marinas para terminar con la organización de hombres de paja que se había tejido en torno a las planeadoras que, por aquel entonces, copaban la dársena deportiva.
La intervención de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial terminó con
decenas de motos precintadas y el inicio de una labor administrativa -la primera de momento- para regular su situación. Se detectaron faltas sobre todo en la documentación alusiva a los trámites de importación y se reclamó a los dueños los contratos de compra-venta de esos vehículos acuáticos.
Importación
Todas las motos precintadas tenían matrícula de fuera y se requirió a los que decían ser sus dueños que presentaran los documentos del pago efectivo de importación. En el caso de quienes aun siendo dueños una moto de matrícula extranjera la compraron en Ceuta al haber sido adquirida de segunda mano, se levantó el precinto. Hay casos en los que los afectados están vendiendo esas motos tras la intervención del
Instituto Armado.
El resultado supone la noche y el día de lo narrado hace solo unas semanas a la actualidad. Tras la intervención ejecutada en ambos países ha disminuido hasta el límite el movimiento de motos de agua y phantom de un espigón a otro, rebajándose también los casos de extrema crueldad demostrada hacia unos inmigrantes que estaban siendo considerados como meros objetos de carga.
Las fuerzas de seguridad no bajan la guardia y van a seguir manteniendo a ambos lados recursos fijos.
En Marruecos tres ceutíes esperan juicio por pase de inmigrantes, en Ceuta, salvo un caso, todos los pilotos de motos y phantom están en prisión preventiva a la espera de juicio siguiéndose una política judicial de acción enérgica contra un tipo de delito que encuentra su filón en verano.
Las claves
Operativos
A ambos lados Al refuerzo llevado a cabo en el lado marroquí, con más trabas en los arenales además de un aumento de presencia en la bahía, se suma el operativo que en España dispuso la Guardia Civil con una acción masiva sobre las motos de agua para controlar origen y situación.
Sucesos
Se estaba rozando la tragedia En los últimos pases de inmigrantes que se llevaron a cabo se habían llegado a situaciones extremas que rozaban la tragedia, ya que los pilotos llegaban a arrojar al agua a quienes consideran mera mercancía.
Choteo
Entre los espigones Las ideas y venidas de embarcaciones eran continuadas existiendo auténticas cooperativas para la comisión del delito, con integrantes que se dedicaban a despistar a las fuerzas de seguridad simulando la comisión de delitos y otros que eran los encargados de hacer efectivamente el pase. Los negocios se los repartían entre los distintos implicados.