El consejero de sanidad, Javier Guerrero, no dice toda la verdad cuando hace días en declaraciones a EL FARO DE CEUTA comentaba “que la TNR, el programa de captura, castración y suelta de gatos callejeros “no está parado”, sino que por el contrario “se encuentra activa” y que tiene prevista la esterilización de 140 gatos callejeros, que se sumarán a los 500 que ya fueron castrados en el marco del programa de colaboración que la fundación Brigitte Bardot mantiene con la ciudad”.
Todo lo dicho por el consejero queda muy bonito, pero no vale de mucho. Bueno, puede valer para despistar. Y también para que vaya pasando el tiempo, pero para controlar que la población de gatos y gatas no siga aumentando es insuficiente, muy a pesar del gran esfuerzo que hacen los voluntarios de asociaciones y también los funcionarios de Sanidad Animal (veterinarias y demás personal). Los políticos tienen que ser más serios todavía. El Ayuntamiento se tiene que involucrar mucho más para solucionar este tema, y para ello necesita más personal y más medios. Vecinos, protectoras de animales, comerciantes, asociaciones de vecinos, etc., son muchas las veces que le han dicho ya al Ayuntamiento que tiene que hacer un mayor esfuerzo por esterilizar a los gatos callejeros para que no aumente el número.
Otro tema que también le han solicitado es la reubicación de algunas colonias de gatos a otros lugares donde estén mejor, hablo de algún que otro sitio donde no es viable ni sostenible que sigan ahí.
Por supuesto nadie habla, ni se le pasa por la cabeza, que el Ayuntamiento utilice otros métodos que no sean la esterilización de gatos y gatas para su control. Hoy día sería impensable que utilizasen métodos que se utilizaron hace años y que demuestran tener muy poca ética. Repito, solo se puede contemplar la esterilización de gatos y gatas.
Como decía al principio el consejero no dice toda la verdad, pues el Ayuntamiento como tal lleva meses sin TNR, concretamente desde que terminó el Plan de Empleo. De lo que habla el consejero es del acuerdo que la Asociación Brigitte Bardot tiene con la Asociación Gatuna para esterilizar gatos callejeros. Dicho acuerdo consiste en una aportación de dinero que ha hecho Brigitte Bardot para la castración de gatos/as. ¿Sabe el consejero que solo están cubiertos los gastos referentes a las castraciones y poco más? ¡Seguro que sí! ¿Sabe el consejero, Javier Gerrero, que el dinero está muy limitado para todas las castraciones que quedan por hacer? Y lo más importante: ¿Sabe qué el Ayuntamiento ahí no hace prácticamente nada? ¿Sabe que los gatos los tienen que capturar, llevarlos al veterinario a esterilizar, cuidarlos hasta que se puedan soltar, unos pocos voluntarios/as que nada tienen que ver con el Ayuntamiento? ¿Sabe que faltan voluntarios, medios materiales, etc? Y lo mejor de todo: ¿Sabe que todo esto es insuficiente para controlar la población de gatos callejeros? ¡Seguro que también lo sabe!
Puede que el consejero en sus declaraciones también haga referencia a la subvención que le dio el Ayuntamiento a la Asociación Gatuna para hacer algunas esterilizaciones, gastos veterinarios... Más de lo mismo: ¿no sabe que ese dinero es insuficiente para hacer todas las castraciones que hay que hacer en la ciudad? ¿Sabe que el proceso de capturar, llevarlos al veterinario a esterilizar, cuidados (si es hembra mínimo tres días), suelta y todo lo que haya que hacer lo hacen los mismos voluntarios/as?
Es muy importante que la ciudad tenga una TNR propia del Ayuntamiento activa durante todo el año. Lo de voluntarios y pequeñas subvenciones a Asociaciones está muy bien, pero como ayuda extra. La ciudad debe de contratar al personal adecuado y suficiente para que de verdad, y de una vez por todas, se lleven a cabo el número necesario de esterilizaciones de gatos y gatas que se necesita por todas las zonas de la ciudad para que se empiecen a ver resultados más contundentes.
Para terminar, decir que hay muchas personas que se están dejando gran parte de su sueldo y de su tiempo cuidando a las colonias de gatos. El Ayuntamiento debería de esforzarse mucho en todo lo relacionado con el control de la población de gatuna, no le puede dar la espalda, entre otra de las cosas, por responsabilidad y por ética. Son muchas las personas implicadas que se lo agradecerían, tanto los animalistas, como otros vecinos que no quieren a los gatos (son pocos), y mucho menos lo quieren si ven que el número aumenta sin control.