Vengo a estas líneas para avisar que aún estás a tiempo de participar en la “VIII Carrera Solidaria Acefep, 4.300 pasos por la Salud Mental”, modo virtual.
Pocas cosas reconfortan tanto como vestirse unas zapatillas, elegir un horizonte, y ponerte a trotar bajo el signo de la libertad. Y si además, haces una acción solidaria, así mejor.
El running por los paisajes de Ceuta es una apuesta segura, y cada jornada es un descubrimiento.
En los días de poniente, el azul del cielo compite con el azul del mar por ver cuál es más puro. Los días de levante son más grises, pero también guardan secretos en su interior.
La conexión que se siente con los elementos de la naturaleza es singular, y nos recuerda de donde venimos, nuestro origen, aquello de lo que somos parte.
Pero a su vez somos parte de la sociedad, y allí hay gente que necesita un punto de apoyo, un soplo de ayuda con que mantener la esperanza.
Cuando la esperanza se entremezcla con la ilusión renacen los sentidos, y una brisa de aire nuevo hincha los pulmones. Es la ceremonia de la generosidad y el deporte.
Ya nos gustaría volver a celebrar este evento con el aliento de la cercanía; qué se le va a hacer. Vendrán mejores tiempos, y veremos la vida de otro color, sabedores de lo afortunados que somos: la dificultad nos hace iguales.
Las distancias que nos separan han desaparecido, y gracias a la tecnología podemos reeditar la carrera solidaria Acefep. Tan solo tienes que entrar en nuestras redes sociales y rellenar la inscripción; a partir de ahí, nos pondremos en contacto contigo para el tema del dorsal, sobre como compartir tu experiencia, y la aportación (que incluye una mochila y una braga para los días en que asoma el frío).
Las aportaciones que recibimos tienen su porqué, y es que nos ayudan a cofinanciar nuestros programas, y este esfuerzo siempre espera una recompensa.
Es normal que dudes al ejercer la solidaridad, pues son muchos colectivos los que buscan un empujón con que atravesar el desierto de la escasez de oportunidades. Pero has de saber, que en algún lugar de Ceuta, hay alguien que ha recibido tu aportación y tu mensaje; hay alguien con el rostro agradecido.
Yo ya me he apuntado; nos vemos en las redes sociales de Acefep. Mañana domingo es el último suspiro.